La eficiencia esuna de las cosas mejor valoradas actualmente. Ahora que el análisis de datos es vital para tomar cualquier pequeña decisión en un negocio –y algunos inclusoen su vida personal-, encontrar los factores que permitan tomar un caminopara asegurar el mejor proceso ya es algo casi religioso.
Eso no siempre está mal, pero puede ser contraproducente en un momento determinado: El descanso. La eficacia casirobótica que se ha transformado desde los días de Adam Smith hasta convertirsecasi en una utopía (o distopía según lo quieras ver) es parte de lo que el slow travel está en contra.
En lugar deviajar lo más rápido posible y visitar los lugares más importantes, de moda yque más se procuran en Instagram, el slowtravel busca convertir la experiencia en algo mucho más humano.
Viajar de forma lenta, sin calendarios y sin paquetes turísticos que te llevan de monumento en monumento para que les tomes fotografías pero te pierdas el contexto de todo lo que hay alrededor.
Contra el credo del siglo XXI, slow travel es viajar a Francia y quedarte una semana o mucho más tiempo en un pueblo alejado de París, comprar comida en el mercado local y cocinarla en alguna clase que te permita entender la conexión del pueblo francés con su comida. También puede ser ir a París, pero conocerlo poco a poco, no en dos o tres días.
Muchas veces la gente regresa de vacaciones mucho más cansada que el día en que salieron. Esto es porque sus días de descanso fueron aún más ajetreados que los días de trabajo. Slow travel significa vivir nuevas experiencias y conocer el mundo sin el peso del tiempo. Es ir en contra de la idea de que necesitas recorrer el camino más largo para realmente disfrutar.
A pesar de que se predica en todo el mundo, el slow travel nació en Estados Unidos, pues son los mismos turistas que viajan a las pirámides de Egipto y comen en el Pizza Hut más cercano. Viajeros renegados a eso comenzaron y ahora, más que una moda o tendencia, es un estilo de vida.
Ponerse en los zapatos de los locales en lugar de deambular sin ganar experiencia verdadera. Ya sea recorriendo el sureste asiático de mochilero, viajando en tren por Europa o buscando hospedaje con los locales en América Latina, el slow travel es la forma en que deberías viajar para aprender de la cultura que visitas y respetarla como se debe.