Japón es un país muy atractivo para el turista por diversas razones. Es un pueblo con una educación exquisita, unos destinos auténticos y una oferta culinaria para quitarse el sombrero. Hoy nos permitiremos escapar de los destinos más habituales y hablaremos de un destino muy interesante y algo más desconocido.
Kinosaki Onsen es un pueblo localizado cerca de la costa en la prefectura de Hyogo, a algo menos de 3 horas en tren desde Kyoto. Desde tus primeros pasos su “banda sonora” cautivará tus oídos. Hablamos de los leves golpes producidos por los zuecos elevados de madera (conocidos como “geta”) que visten tanto locales como visitantes mientras caminan por su canal y sus calles.
El atractivo principal de Kinosaki Onsen son sus aguas termales (“onsen” en japonés). Podrás acceder a sus siete baños públicos mientras avanzas disfrutando de sus calles decoradas por cerezos en flor, degustando sus productos con base de té matcha o saboreando los dulces locales decorados con un cangrejo.
Un punto favorable de Kinosaki es que, opuestamente a otros pueblos onsen, ha sabido mantener su arquitectura tradicional con casas de madera, lo cual aporta un encanto especial. Sin embargo, la experiencia no será completa si no te hospedas en un ryokan, el alojamiento típico. Te facilitarán un yukata (kimono) y las getas mencionadas anteriormente (zuecos) para salir en busca de nuestro primer onsen.
Además, es importante mencionar que la reserva en este tipo de hospedaje no es solo una experiencia increíble por sí misma, sino que nos proporciona la entrada incluida a todos los baños, que de otra forma tendrán que ser pagados adicionalmente. Lo más recomendable es probar el mayor número posible de onsen, ya que, si bien algunos de ellos son más populares que otros, todos ofrecen al turista detalles únicos.
Además, Kinosaki dispone de una oferta culinaria muy característica, con el cangrejo de invierno como plato estrella, pero pudiendo encontrar alternativas interesantes como distintos platos de marisco o el Tajima Beef, una variedad local de la carne wagyu. Si nos hemos reservado espacio para el postre podemos decantarnos por el delicioso wagashi, elaborado principalmente con una pasta de arroz y fruta.
Kinosaki Onsen es un pueblo a descubrir, sentir, disfrutar, probar, en el que relajarte y sumergirte sin tener miedo de vestir el kimono de forma equivocada o cómo actuar en sus onsen. Todas las sorpresas servirán de aprendizaje. Si lo visitas, querrás volver.