Durante mucho tiempo hay pláticas que siempre sugieren viajes. Tal vez escuchamos que alguien está viajando, de nuevo, por América Latina o Europa; tal vez alguien por fin regresó del viaje de sus sueños y nos está contando de cada lugar mientras nosotros sólo sonreímos, asentimos y nos preguntamos cómo es que el resto parece estar recorriendo el mundo mientras nosotros, que siempre hemos soñado con eso, parecemos estar atorados en un sólo lugar. 

Hacer el viaje de tus sueños no es fácil, pero tampoco es imposible. Muchas veces nos limitamos con excusas (trabajo, estudios y algunas personas incluso citan a su pareja como si necesitaran de su permiso) que al dejar de lado terminan siendo risibles una vez que estamos viajando. Si en realidad quieres realizar ese viaje que toda tu vida has imaginado, tienes que recordar que si los sueños no se cumplen, la realidad nunca mejorará. Por lo que preocúpate por la universidad, el trabajo y tu relación después y comienza a concretar el sueño. 

Define un lugar y fechas

¿Quieres ir a Europa? Traza un plan de qué lugares quieres visitar. ¿Sueñas con recorrer Sudamérica? Piensa en qué países visitarás y cuáles quedarán fuera de tu lista. Incluso antes de comprar los boletos de avión o comenzar a ahorrar es bueno que sepas qué es lo que quieres hacer. No te preocupes, una vez que estés apunto de comprar tu boleto de avión, los precios te harán regresar a este paso y modificar los planes, pero con esto ya tienes un esqueleto de lo que será tu viaje real. 

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Marca un presupuesto

Una vez que sepas a dónde quieres ir, investiga cuánto gasta un turista o viajero por allá (es importante que sepas si viajarás a hoteles u hostales, si quieres gastar en recuerdos y comida o en experiencias). Busca presupuestos de otras personas que hayan visitado el lugar e intenta ahorrar entre el 10 y 20 % extra para cualquier eventualidad. 

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Abre una cuenta de ahorro

Esto es vital. Ya sea que viajes en solitario o con amigos, una cuenta de ahorro en la que deposites cada quincena o mes es esencial para que realmente realices el viaje. Si alguien más te acompañará, esta es una forma de ver su compromiso con el viaje. Si otras personas dicen que irán y no notas que estén ahorrando, aquí es cuando puedes tacharlos de tu lista de acompañantes, seguramente unos meses antes del viaje te darán alguna excusa para librarse del viaje. 

Sin sacrificio no hay gloria

Tienes que dejar de salir y gastar. Si planificas y ahorras con tiempo sufrirás menos, pero los viajes de ensueño suelen ser más costosos de lo que queremos y una buena señal de que vas en buen camino es que el dinero que antes gastabas cada fin de semana ahora está esperándote a ser usado en el viaje.

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Comienza a comprar lo que necesitarás

De igual forma que el dinero de fin de semana, el dinero que usas para comprar ropa se puede invertir en ropa especial para el viaje, una mochila con la que puedas cargar todo, una cámara de viajero y más cosas. Tal vez el golpe más fuerte venga cuando compres el boleto de avión, pero después de eso no hay vuelta atrás y realmente estarás convencido de que de una forma u otra te irás.

Reserva, infórmate, planifica

Con las fechas de tu vuelo establecidas es hora de replantear los lugares que visitarás y cuánto tiempo estarás en ellos. A menos de que sea un evento especial o temporada alta, intenta no reservar cada noche por adelantado, pues estando allá muchas veces los planes cambian y esto le da un sentido de espontaneidad a tu aventura. Eso no significa que no busques información acerca de los lugares a los que irás y cuáles pueden ser tus alternativas en caso de no encontrar hospedaje. 

Si logras tener todo listo dos semanas antes de comenzar el viaje, felicidades, puedes esperar con calma lo que seguramente serán los mejores días de tu vida. Aunque seguramente cuando estés en el vuelo de regreso ya estarás planeando el siguiente viaje: bienvenido a la adicción.