España se convertirá en el cuarto país en Europa que aprueba la eutanasia tras Holanda, Bélgica y Luxemburgo. Ya está a solo un paso de convertirse en el sexto en el mundo en afirmar la ley que le permita a las personas poner fin a la vida con la ayuda de un profesional médico. Esto en caso de enfermedad grave, incurable, crónica e invalidante.
La propuesta de la ley iba a ser definitivamente aprobada este miércoles con el visto bueno de la Cámara Alta. Sin embargo, los grupos, incluido el PSOE, que ha promovido la norma, decidieron incluir varias enmiendas acordadas en Comisión. Las cuales son de carácter técnico y que no modifican ningún aspecto esencial de la norma. Por esta razón el texto deberá ser remitido de nuevo al Congreso de los Diputados para ser aprobado de forma definitiva.
Una ley que responde a la mayoría
El Senado ha aprobado por 155 votos a favor, 100 en contra y 3 abstenciones la nueva ley de eutanasia, en un debate que duró más de 4 horas. Concluyendo en un emotivo y largo plauso para los familiares de Maribel Tellaetxe y María José Carrasco, dos enfermas incurables que solicitaron la eutanasia para morir, que se encontraban en la tribuna de invitados.
Las enmiendas que se incluyeron en la Comisión han sido aprobadas por 153 votos a favor, 101 en contra y 4 abstenciones.
María Esther Carmona, senadora socialista, ha subrayado que esta nueva ley convierte a España en un país más justo. Que toma suyo el padecimiento de todos y desea dejar atrás el sufrimiento injusto e innecesario.
"Hoy es un día histórico en nuestro país porque gozamos de un nuevo derecho”
La discrepancia se hizo notar
Por su parte, el senador de Vox, José Manuel Marín, denunció que "nadie tiene derecho a provocar la muerte de un semejante gravemente enfermo, ni por acción ni por omisión". Y ha lanzado graves acusaciones desde la tribuna de oradores hacia el Gobierno que, a su juicio, "quiere instaurar la industria de la muerte".
Insistió en que le aseguraran que no harían eutanasias no voluntarias. Las cuales se podrían hacer domicilios y residencias por médicos privados que cobrarán por ello.
Tales acusaciones fueron respondidas desde los portavoces socialistas. El senador Francisco Javier de Lucas, tuvo que recordar que la ley no impone la eutanasia a nadie. Sino que por el contrario ofrece un derecho a quien la reclama de manera libre.
"Para esta ley no hay vidas indignas, sino procesos de sufrimiento que atentan contra la dignidad de la vida", resaltó el senador.
Además, en el preámbulo de la norma, el texto deja claro que la finalidad de la ley es dotar de un regulación sistemática y ordenada a los supuestos. Por lo que la eutanasia tampoco sería objeto de reproche penal.