El tráfico de fauna es un problema enorme que afecta la biodiversidad de nuestro planeta día tras día. Es un mercado ilegal donde se trafican especies de todo tipo de un país a otro para luego ser vendidas en colecciones privadas. Se trata de un negocio se lleva demasiadas vidas, pues la mayoría de los ejemplares traficados mueren.

¿Su destino final? Muchas veces se trata de colecciones privadas, pero también de mercados ilegales en diferentes partes del mundo. Millones de organizaciones, instituciones y personas particulares luchan día a día para revertir esta situación. Tal es el caso de Arron Culling, un joven con una gran gentileza proveniente de Greymouth, Nueva Zelanda.

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Él y su compañero rescataron dos tortugas del mercado negro de su poblado para luego liberarlas en su hábitat natural. En muchos lugares del mundo la caza de tortugas está prohibida debido a su estado de conservación, sin embargo, muchos siguen capturándolas para venderlas por su carne o partes de su cuerpo.

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Las tortugas hoy se encuentran en su hogar gracias a estos dos héroes, y ellas no son las primeras que han vuelto al mar. Estos jódevenes ya han adquirido y liberado alrededor de 10 ejemplares. Arron compartió imágenes de su liberación a través de sus redes sociales donde los internautas no tardaron en mostrar su respeto y agrado.

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Actualmente seis de las siete variedades de tortugas marinas del mundo se encuentran en peligro de extinción. Su caza y comercialización es un delito grave, estas especies son muy importantes para mantener el equilibrio de los ecosistemas marinos, protegerlas es prioridad a nivel mundial.

Fuente: lovely.com.