Estos organismos acuáticos son muy nutritivos, con un contenido de proteínas que va del 27% al 70%, mucho más alto que los alimentos tradicionales como los huevos o la carne.
Las algas son ricas en vitaminas, minerales y todos los aminoácidos esenciales que necesita el cuerpo humano. También son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, que normalmente se encuentran en el pescado. Además, su producción es muy eficiente en comparación con los cultivos tradicionales, pudiendo generar hasta 167 veces más biomasa útil que el maíz utilizando la misma cantidad de tierra.
¿Cómo cultivar algas?
Algunas variedades de algas pueden crecer en agua salada, salobre o incluso en aguas residuales, y se pueden cultivar en una variedad de lugares, desde estanques al aire libre hasta biorreactores elevados. En general, requieren mucha menos agua por tonelada de biomasa producida en comparación con cultivos como el maíz o la soja.
Las algas son muy versátiles y se pueden consumir de diferentes maneras: como proteína a granel, mezcladas en alimentos procesados, como fideos o harinas enriquecidas, o incluso en forma de proteínas texturizadas similares a la carne o el pollo.
Si bien en algunas culturas el consumo de algas es común, en otras regiones como Estados Unidos y Europa puede ser más difícil de aceptar inicialmente. Sin embargo, una vez que las personas las prueban, generalmente aprenden a disfrutarlas. Las algas podrían ser una excelente manera de incorporar proteínas vegetales saludables en la dieta, ayudando a reducir el consumo de carnes rojas.
También te puede interesar: Las algas del fin del mundo protagonistas en la feria de sustentabilidad más grande de LATAM