Todos tenemos esos días en los que la confianza en nosotros mismos disminuye y sentimos que no podemos llevar a cabo nuestros objetivos. Cuando esto sucede, es normal que tus metas te parezcan lejanas y te sientas pequeño e incapaz de lograrlas.
Si bien salir de este estado mental puede parecer difícil, no tiene por qué serlo: existen 4 tips fundamentales para superar esta barrera, mejorar tu autoestima, y volver al ruedo.
1. Recuerda qué cosas te parecían difíciles en un principio pero ahora te parecen fáciles.
Las fluctuaciones en la auto confianza suelen ocurrir cuando nos enfrentamos a desafíos que son nuevos, difíciles o ambos. Intenta pensar qué cosas te parecían intimidantes al principio y ahora puedes hacer con facilidad.
Tus ejemplos pueden ser grandes o pequeños. Por ejemplo, tal vez hayas aprendido a cocinar un plato nuevo. O a cambiar la rueda de un auto. Puede que te resulte difícil recordar ejemplos cuando estás de mal humor, así que haz una lista cuando estés de buen humor para que puedas recordar estas cosas en los momentos difíciles.
2. Intenta tomar distancia y ver las cosas en perspectiva.
Cuando tu autoestima recibe un golpe, es fácil entrar en una espiral mental que te hunde cada vez más en sentimientos de incapacidad o insuficiencia. Intenta tomar distancia y tener algo de perspectiva. ¿En qué cosas sí eres bueno? ¿Cuáles son tus logros?
Sé específico con lo que te está sucediendo. Tal vez cometiste un pequeño error en el trabajo y eso te lleva a pensar "No sirvo para esto, debería renunciar". Objetivamente, esto no es verdad. Balancea tu pensamiento. Puede que no seas perfecto, pero esto no significa que seas terrible.
3. Deja de compararte con los demás.
Cuando algo te quita la confianza en ti mismo, genera una disminución de tu estado de ánimo que suele llevar a que te compares con otros. En muchas ocasiones, te encontrarás comparándote con personas que han tenido logros sobresalientes y preguntándote por qué no estás haciendo cosas así. Es importante darse cuenta de que no todos estamos transitando el mismo camino. Todos tenemos logros sobresalientes eventualmente, pero estos tienden a ser pocos y distantes entre sí, y suelen entremezclarse con errores.
Incluso las personas exitosas tienen momentos de duda y baja autoestima, y esto es normal. La vida es desordenada.
4. Dudar no significa que estés en el camino equivocado.
Como todas las emociones, la duda es un indicador de algo. Nos impulsa a pensar cuidadosamente sobre lo que estamos haciendo. Sin embargo, no siempre funciona bien. La mente produce muchas falsas alarmas, especialmente en aquellas personas propensas a la ansiedad, y puede desencadenar malos pensamientos que no te llevan a ningún lado.
Tener dudas no necesariamente significa que estás en el camino equivocado. Muchas veces solo significa que estás enfrentando un desafío que es difícil o nuevo. Cuando sientas dudas sobre tus capacidades en algún área en particular, enfócate en mejorar tus hábitos y no en alcanzar la perfección.
Fuentes: