La camioneta Volkswagen ícono de los años ´60, aun conocida como "Hippie van", encontró una variante moderna que además cuida el ambiente.
Daniel Theobald, director de tecnología en la empresa estadounidense TI Vecna Technologies, fue el creador de esta idea que logró hacer, de un clásico Volkswagen Westfalia Camper, una alternativa de transporte libre de contaminantes.
El vehículo modificado está diseñado para impulsarse con energía eléctrica producida a partir de la luz del sol.
Para esto, modificaron el suministro de baterías para que pudieran ser cargadas a través de paneles fotovoltaicos ubicados en el techo de la camioneta. Estos dispositivos transforman la energía de la luz (los fotones) en corriente eléctrica (electrones) que alimentan la batería que impulsa el motor.
Este mecanismo podría producir suficiente energía como para no tener que pasar por ninguna estación de carga, pero puede alcanzar una velocidad promedio de 50 km/h.
Theobald compró el Volkswagen en 2013, y desde que completó las modificaciones lo ha usado para realizar viajes cortos dentro del estado de Massachusetts, en Estados Unidos.
El modelo dejó de fabricarse debido a la contaminación que causaba, pero con esta alternativa se abre la posibilidad de producir un nuevo diseño capaz de impulsarse con una fuente de energía más respetuosa con el ambiente.
Los automóviles representan hoy una fuente muy importante de contaminación del aire, ya que al desplazarse generan emisiones de monóxido de carbono, hidrocarburos y óxidos de nitrógeno.
Frente a esto, son muchas las empresas que están trabajando para evolucionar tecnológicamente y diseñar alternativas menos contaminantes.
De hecho, a esta iniciativa la anteceden otros casos como el de Stella, el primer automóvil solar familiar, o el Volkswagen escarabajo convertido en un coche solar-eólico. En Australia, además, cada año se celebra la carrera World Solar Challenge (Darwin), en la que solo participan coches impulsados por energía solar; marcando un horizonte de cambio a nivel tecnológico, pero también cultural.
Aunque los vehículos eléctricos están sumando adherentes en todo el mundo y representan una alternativa a los combustibles fósiles, aun resulta difícil para la mayor parte de la población acceder a ellos, ya que son los primeros que se realizan y, por lo tanto, resultan muy costosos.
Pero no falta mucho para que, en consonancia con un cambio cultural, las empresas y los pasajeros apuesten aun más por opciones de transporte que cuiden el ambiente con su paso, y puedan ser accesibles para la población en general.
Esta camioneta Volkswagen de 1966 que se impulsa a energía solar podría servir como inspiración para que Volkswagen pensara en una nueva edición de esta clásica camioneta vintage adaptada a una conciencia más atenta y responsable.