Un estudiante nuevo en esta disciplina, pero inteligente, suele tener la posibilidad de iniciar meditando y luego comienza a cantar los mantras que han sido asignados según su búsqueda espiritual. No todos los estudiantes de yoga comienzan este camino de paz desde el mismo punto.
El inicio de este camino de yoga para un estudiante suele darse por un deseo verdaderamente genuino que le permita al estudiante experimentar vívidamente su realización espiritual de acuerdo al proceso de consciencia o estado de consciencia en el que se encuentra acudiendo a ese paso importante para el progreso de su alma.
Una vez que el participante de yoga inicia una clase de yoga para principiantes siempre se le va a recomendar que asista a una clase de yoga tradicional. Sin embargo, si su búsqueda es autodidacta comenzará buscando maestros antiguos de yoga para encontrar una forma genuina de practicar yoga.
El yoga para principiantes o yoga tradicional permite al estudiante descubrir su forma de ser actual y cómo influye esto en su vida y en la vida de quienes le rodean. Cuando iniciamos yoga como principiantes solemos recomenzar un ciclo especial para hacernos conscientes de cuál es nuestro verdadero karma o acciones y reacciones continuas y a su vez cuál es el propósito de nuestra alma para mejorar y optimizar nuestra relación con esas acciones y reacciones que queremos modificar y transformar para crear mejores experiencias y mayor plenitud en nuestro sentido de vida.
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Reconoce tus límites e intégrate con tu cambio personal
El yoga para principiantes o yoga tradicional es elemental para comenzar a reconocer nuestras limitaciones corporales y por ende en el transcurrir del tiempo iremos descubriendo nuestras limitaciones mentales que son las que suelen generar nuestras limitaciones corporales. Una vez erradicado el bloqueo mental podremos ver el cambio en nuestra expansión corporal y hacer un cambio personal más completo e integrado con nuestro ser interior.
¿Cómo empezamos a reconocer nuestras limitaciones corporales? Una vez comenzamos con los ejercicios en movimientos pausados de hatha yoga o yoga tradicional podremos comenzar a darnos cuenta de hasta donde nuestro cuerpo nos muestra sus contracciones y tensiones mas fuerte con tan sólo leves y sencillos movimientos que no parecen ni suelen ser muy difíciles o complejos.
Una vez que ponemos atención en nuestra respiración que va ligada directamente a nuestros movimientos. Es decir, por cada movimiento una inhalación y por casa siguiente movimiento una exhalación. De esta manera nos iremos haciendo conscientes de cuanto más podremos avanzar dentro de nuestra práctica sin forzar nuestros movimientos o hacer doler al cuerpo con una práctica violenta.
Yoga nos invita a que seamos bondadosos con nosotros mismos y que aceptemos nuestras limitaciones para que luego podamos acompañarlas de una dosis de relajación extra y podamos liberarlas e ir cada vez más allá.
Piensa en que eres liviano y podrás llegar más allá
En una clase especial que tuve con el insigne maestro de yoga Rodney Gee que comenzó muy joven con la enseñanza de su práctica, decidí conservar una frase espacial que dictó en esa clase. Explicó que debíamos colocar en nuestra mente la real posibilidad de que somos livianos, así como una pluma. Automáticamente comencé a practicar la parada de manos en la pared y comencé a repetir en mi mente que era una persona liviana, el resultado fue exactamente lo que debía ser “liviano”. Entendí lo maravilloso de pensar de esa manera y comencé a tener éxito en el sostenimiento de mi postura en la pared.
Este maestro, así como muchos han aplicado afirmaciones y pensamientos que nos ayudan a reestructurar nuestro campo físico, mental y completamente espiritual.
Una vez que aplicamos estas afirmaciones al inicio de nuestra práctica o posiblemente en el inicio de una postura será posible que empecemos a enviar mensajes más ideales a nuestro cuerpo librándonos de todos esos mensajes negativos que percibimos del medio ambiente y de personas que quizás nos muestran aspectos internos que no pertenecen a nuestro ser real y que aún estamos comprendiendo para permanecer en ese ser que es claro y perfecto.
Llegar más allá no significa avanzar rápido. Cuando comenzamos a pensar dentro de nuestra práctica que debemos avanzar rápido automáticamente reprimimos y limitamos a nuestro cuerpo de un pensamiento poco evolutivo.
En la mayoría de los casos dentro de la disciplina del yoga no se avanza con rapidez sino con pausa. Mientras más pausado es el movimiento más rápido iremos avanzando en nuestra práctica. En poco tiempo podremos ver resultado verdaderamente de amplio progreso.
Respira hondo y extiéndete un poco más en cada exhalación
Respirar hondo y profundo nos ayuda a llevar prana o aire vital a la parte en la que estamos trabajando. Por ejemplo, si nos dedicamos a hacer la postura de la pinza, trabajaremos el estiramiento del nervio de la vida o nervio ciático y a su vez trabajaremos el estiramiento muscular de nuestras piernas. No sólo eso, sino que brindaremos un movimiento de relajación a nuestros intestinos y un descanso a nuestro corazón.
Para lograr la postura de la pinza cada vez más con la cabeza hacia las rodillas debemos dedicar primero avance a la rectitud de las vertebras lumbares apretando el vientre hacia adentro con una respiración lenta y pausada desde la inhalación hasta la exhalación. Podremos trabajar antes de llegar a doblar la espalda llevando el pecho hacia las rodillas en 10 respiraciones continuas en donde cada vez que realicemos la inhalación ampliemos pecho liberando la tensión y en cada exhalación realicemos una tensión pausada poniendo intensión en bajar un poco más.
La realización de este ejercicio en esta postura específica puede durar hasta diez minutos buscando la postura perfecta y dedicando el tiempo preciso a relajar los músculos sin forzar nuestro paso hacia la meta deseada. Posiblemente cuando realices estos pasos tu cuerpo te hablará y dirá ese día hasta donde ya no cederá más. Esto será un avance y un logro personal que te brindará satisfacción y en el que descubrirás lo importante de la clave de este proverbio zen sobre la constancia y el éxito.
Mientras más hondo respires y más alargada sea tu respiración más fácilmente tus músculos cederán porque estarán recibiendo la nutrición que tanto requieren.
Lento y pausado inicialmente es mejor
Existen prácticas de yoga en las que puedes ir más rápido. Estas prácticas suelen ser para personas que llevan tiempo ejercitándose y estirando su cuerpo continuamente. Si no eres de este tipo de personas y estas iniciando en yoga siempre va a ser recomendable que realices un práctica lenta y pausada.
También el tipo de línea de yoga que escojas siempre dependerá del objetivo que desees lograr con esta disciplina. Posiblemente si estás buscando paz, tranquilidad y menos turbulencia encajarás perfectamente con el yoga tradicional y encontrarás el dinamismo que te caracteriza dentro de tus otras actividades pues podrás liberar y sentir el espacio dentro de tu práctica para darte el tiempo verdadero que necesitas para ser en ese momento una persona pasiva y más tranquila.
Lo que posiblemente no te vuelva así en todas tus áreas, pero sí podrás reconocer el equilibrio que te brinda la práctica del yoga sobre todo si al iniciar te mantienes por un largo tiempo. De esta manera, podrás ver y probar realmente los beneficios que te genera el yoga en tu vida personal y cotidiana y quizás puedas llegar más lejos de lo que alguna vez te propusiste o pudiste idear.
Gracias a la práctica del yoga muchas personas han sabido recuperarse y superar enfermedades extremas como el cáncer y enfermedades terminales. También, muchas personas han tenido la oportunidad de ampliar sus niveles de creatividad y de sentirse plenos después de sus primeras clases de yoga y luego hacer de esta disciplina parte de su estilo de vida para mantenerse en los estados superiores del ser.