¿Alguna vez imaginaste que la realidad virtual podría ser de ayuda para tratar a pacientes con cáncer?
El cáncer es una de las enfermedades más temidas en todo el mundo; tanto es así que el solo pronunciarla causa escozor. ¿Por qué? Porque algunas de sus variantes aún no tienen cura, y cuando tiene tratamiento, este puede ser muy largo, incómodo y doloroso.
Se calcula que el cáncer es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo. Los más comunes son el de pulmón, mama, colon y próstata; y, según la OMS, se prevé que el número de nuevos casos aumente un 70% en los próximos 20 años.
Esto implica una gran cantidad de personas que deben aceptar el diagnóstico, luchar contra la enfermedad e intentar aumentar al máximo posible su calidad de vida.
Pensando en ellos, la Fundación argentina "Donde quiero estar" viene trabajando para que el paciente se vuelva protagonista de su propia recuperación; y, en ese sentido, sea posible humanizar la salud mediante la generación de vínculos entre pacientes, familia y equipo profesional.
La contención y el acompañamiento afectivo son tan importantes como cualquier medicina o tratamiento, y como el equipo de la Fundación "Donde quiero estar" lo sabe, incorporó la realidad virtual a su acompañamiento terapéutico, en una solución que parece salida de la ciencia ficción.
Muchos de los pacientes llevan adelante tratamientos de aplicación de quimioterapia, donde deben internarse, y pueden sufrir dolor, mareos, etc. Durante ese tiempo, el equipo de la Fundación realiza con ellos trabajos artísticos, masajes, ejercicios de respiración, entre otros recursos, para ayudarlos a llevar la sesión de quimioterapia de la mejor manera posible, superando el temor, la angustia y la ansiedad, corriendo el foco de atención y transformando la espera pasiva en una actividad creativa y compartida.
A estos recursos terapéuticos ahora también se suma ahora uno realmente innovador: la realidad virtual.
“Nos dimos cuenta de que, además de un nuevo medio, la realidad virtual es una manera de transportarte a otro lugar; entonces la primera iniciativa fue llevar a la gente a otros espacios”, señaló en una entrevista Gonzalo Sierra, de Ñoño producciones, una agencia especializada en contenidos 360° que participó del diseño de la iniciativa.
Aunque puede parecer descabellado o propio de una película de ciencia ficción, los cascos de realidad virtual no solo pueden usarse para el entretenimiento: en el campo de la salud permite a los pacientes transportarse virtualmente a una realidad nueva (como montañas o playas), dispuesta a ser recorrida y explorada por ellos para disipar por un momento el dolor y afrontar de una manera más relajada la difícil situación que están atravesando.
La fundación ha desarrollado esta iniciativa (llamada "Machi", nombre que se le da a la sanadora de las comunidades mapuches) junto a ÑOÑO y la ONG Wingu, y ya viene trabajando en distintos centros médicos y hospitales de Buenos Aires como el Hospital de Clínicas ¨José de San Martín¨.
Además de distraer y relajar a los pacientes, la realidad virtual impacta en su estado de ánimo, animándolos y mejorando su humor.
Mira cómo es la experiencia en el siguiente video:
El próximo desafío es crear escenarios personalizados, de acuerdo a los gustos del paciente. Además, la iniciativa ya tuvo repercusiones en otros lugares del mundo, y se iniciará una etapa piloto en Brasil y Costa Rica.