La hora a la que vamos a dormir y la cantidad y calidad de sueño que recibimos es crucial para nuestra salud general, por lo que el periodo de tiempo en el que nos preparamos para dormir debe ser un momento en el que nos relajamos y alejamos todo el estrés y los malos hábitos de nuestras vidas.
A continuación, queremos darte a conocer algunos de esos hábitos que nos pueden afectar considerablemente en el futuro y con frecuencia no reconocemos.
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Conflictos de pareja
Lo de nunca te vayas enfadado a la cama puede que sea verdad. Ejercer discusiones con tu pareja antes de dormir no solo te acorta el tiempo de sueño, sino que también te deja más activo como para poder dormir correctamente.
Según la doctora Sara Staniazi, lo mejor será "estar de acuerdo en no estar de acuerdo", dice. "Te puedo garantizar que no vas a resolver nada si estás agotado y activado por el enfado, el estrés y los sentimientos negativos". Lo mejor será relajarse y acostarse fríos.
Errar en la rutina del cuidado de piel
Esta también puede ser una causa muy importante de una vida diaria amarga. Tal vez sufras de problemas de acné y tenerlo en la mañana de una reunión importante es fatal, por lo tanto sería aconsejable lavarse la cara todos los días antes de irse a dormir. No solo el maquillaje es un problema, también la grasa, el sudor y la suciedad que acumulamos durante el día afectan nuestra piel.
"Si estás demasiado cansado o deprimido para lavarte la cara, hay un problema. Puede que sea una señal de que no estás durmiendo lo suficiente o que tienes los ánimos alterados", comenta Staniazi, que considera que hay efectos positivos en la salud mental de lavarse la cara antes de dormir.
Hacer ejercicio
No todo el mundo realiza deportes a diario, sin embargo, si eres una de esas personas que si lo hacen, no lo dejes. Algo que queremos resaltar que hacer ejercicio antes de ir a dormir podría traer consecuencias a la hora de conciliar el sueño.
Según Leslie Fischer, "Si haces ejercicio demasiado tarde, estás mandando una señal al cuerpo para que permanezca despierto y activo, por lo que se hace más complicado conciliar el sueño" por lo que hay que encontrar el momento adecuado en el día para realizar estos ejercicios, como la tarde o la mañana, cuando impulsarás el ánimo y la productividad.
Fumar
Ya sabemos lo dañino que el tabaco es para la salud, pero consumirlo antes de dormir es la mayor de las faltas.
Debido a que la nicotina es un estimulante, podría ocasionar irritabilidad y cansancio a la hora de levantarse al día siguiente. Staniazi aconseja pasar por lo menos dos horas sin fumar antes ir a dormir.
Vino
Es cierto que el alcohol causa somnolencia, pero es aún más cierto que afecta de manera negativa el sueño, según la doctora Dawn Dore Stites.
El alcohol ocasiona constantes interrupciones en el ciclo del sueño y dificulta que alcanzemos el estado de descanso profundo. Para alejarte de estas bebidas, mejor opta por infusiones herbales o un vaso caliente de leche.
La tecnología
Parece inofensivo, pero los problemas son serios. "Según varias investigaciones, las personas experimentan cambios hormonales en el cerebro cuando miran sus redes sociales", explica la psicóloga clínica Beatrice Tauber Prior. "El cerebro ordena a la glándula suprarrenal que segregue cortisol y adrenalina", agrega.
Entonces, la estimulación de hormonas de estrés estimula los niveles de energía y es lo que no se debe hacer antes de ir a dormir. "A largo plazo, el aumento de estas hormonas perjudica la cognición y puede desencadenar depresión y ansiedad", señala.
Uso del celular en la cama
Es ya un hecho muy conocido que la luz azul de la pantalla del teléfono produce insomnio, así como el desarrollo de obesidad y cáncer de mama.
"La cama debería estar reservada para dormir y mantener relaciones sexuales, nada más", dice la coach de salud Gabrielle Gray. "Cuando te acostumbras a responder correos de trabajo bajo las sábanas estás creando la rutina de que este es un lugar en el que se trabaja, no en el que se descansa o se practica sexo", agregó.
Comer antes de dormir
Los snacks antes de irse a dormir no son una buena idea, en especial cuando son extremadamente dulces o salados. A corto plazo, puede ocasionar trastornos del sueño. "Cuando el cuerpo está ocupado digiriendo la comida no es capaz de descansar adecuadamente, por lo que es probable que se duerma mal", nos explica Gray.
Lo más recomendable es comer unas dos horas antes de ir a dormir, o puedes optar por comidas más saludables en la cena como proteínas y grasas positivas.
No cuidar el cabello
Puede parecer un castigo tener que secarte el cabello después de lavártelo por la noche, pero según explica la estilista Brandie Flores: "Frotar el pelo mojado contra la almohada puede dañarlo, además de que es (muy) probable despertarse con un encrespamiento salvaje". También aconseja no dormir con moños porque esto causa una gran tensión en el cabello y la cabeza.
Estos hábitos, entre muchos otros, hacen que el día siguiente se sienta pesado y poco a poco irás agotando tus baterías y acumulando hábitos dañinos que te tomará mucho tiempo corregir. Examínate y considera si incurres en estos u otros hábitos nocivos, y trata de cambiar.
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