Tanto en la producción de algunos plásticos como el PVC, la elaboración de resinas epoxi, o en la cubierta interior de las latas de conservas o refrescos que sueles consumir a diario, es posible encontrar una sustancia tan peligrosa como invisible a primera vista.
Se trata del bisfenol A (BPA), un compuesto químico comercializado desde 1957. que ya viene despertando sospechas en relación a sus riesgos para la salud desde hace muchos años.
De hecho, en el 2010, la Unión Europea (UE) prohibió los biberones de plástico que lo llevaran como componente, debido a sus posibles efectos perjudiciales para la salud de los niños.
Según se estima, en el 2015 se fabricaron 4 millones de toneladas de productos químicos de BPA; pero ahora, la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) lo ha sumado en su lista de "sustancias altamente preocupantes" ya que actúa como disruptor endocrino, es decir, como un alterador del equilibrio hormonal de las personas.
La decisión fue consensuada por los estados miembro, a partir de la propuesta presentada por Francia donde se señalaban distintos estudios que alertaban sobre los efectos del bisfenol para la salud.
¿Dónde se utiliza el BPA?
El BPA se utiliza, a nivel plástico, para crear una enorme cantidad de productos, como las botellas de agua. Por otro lado, las resinas que contienen este componente se usan para las tuberías de agua, y como recubrimiento interno de latas de conservas y bebidas.
¿Cuáles son sus efectos?
Dentro de los posibles efectos que puede conllevar, se incluyen: alteraciones en el desarrollo de las glándulas mamarias, en la reproducción, en las funciones cognitivas, en el sistema inmunológico, y en el metabolismo.
Considerar al bisfenol A como disruptor endocrino, implica que el nivel de preocupación sobre este producto químico es “equivalente al que se refiere a los efectos cancerígenos, mutagénicos y tóxicos para la reproducción”, de acuerdo a lo que señalaron los expertos.
Por esto mismo, algunas empresas como Wal-Mart y Toys-R-Us ya estaban abandonando su uso.
La decisión tomada ahora por la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas entrará en vigencia a partir de finales de junio de este año y podría significar que fabricantes y productores deban tomar medidas para limitar su uso, o bien garantizar que no se ponga en contacto con el ambiente y/o las personas.
¿Cómo puedo evitarlo?
La Agencia de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA) brinda algunas recomendaciones para limitar la exposición a esta sustancia:
1. Prestar atención al código de reciclaje de las botellas plásticas
El código de reciclaje es el que señala el tipo de plástico usado para su fabricación. Se encuentra en la parte inferior del envase y puede ayudar a identificar este componente. Los que pueden contener más trazas de Bisfenol A son los que tienen los números: 7, 3 y 10. Por el contrario, los que no lo contienen son los que llevan los números: 1,2,4 y 5.
2. Evitar las latas de conservas
Dado que el BPA usado en el revestimiento de las latas puede filtrarse en los alimentos como las sopas, es preferible evitar las conservas que vienen en lata.
3. Embotellado en vidrio
Evitar el envase plástico y optar por otros como el vidrio, la cerámica y la madera; que además son más duraderos y reducen la generación de residuos.
4. Evitar las altas temperaturas
A mayor temperatura, es más posible que el BPA se libere y filtre en los alimentos. Por eso se recomienda evitar calentar alimentos en envases plásticos, por ejemplo.
5. No utilizar por tanto tiempo una botella o envase plástico
Ya que con el tiempo el BPA se libera más fácilmente.
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