Hay situaciones que nos pasan en la vida que realmente nos afectan, como los problemas de salud personales o de alguien muy cercano. Pero, ¿cuántas veces nos hacemos problema por demás? ¿Cuántas veces nos complicamos sin necesidad?
A veces puede ser que le demos demasiadas vueltas a un tema, analicemos por demás, demoremos una decisión, nos lamentemos o victimicemos sin necesidad, o simplemente veamos el "medio vaso vacío".
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A todos nos pasó alguna vez, pero es bueno que aprendamos a darnos cuenta de las formas en que podemos estar complicándonos la vida cuando podría ser más fácil.
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¡Lee estos consejos y simplifica!
- Deja de lado la culpa constante.
- Dale un espacio a las ocupaciones y no dejes que estén constantemente en tu día.
- Acepta tus defectos o limitaciones y ríete de ellos.
- Piensa que una crisis es una oportunidad.
- No te concentres en lo negativo.
- Busca conectar con el presente para no pensar de más.
- No te plantees cosas que no quieres o puedes hacer.
- No busques ser o hacer todo "perfecto".
- No pretendas contentar a todos.
- Deja de lado el qué dirán.
- Evita inventar obstáculos.
- No inviertas energía en quien no vale la pena.
- No te obsesiones ni con el pasado ni con el futuro.
- No te aferres al odio; perdona.
- Aprende a ver todo lo que tienes de bueno al interior y alrededor tuyo.
Fuentes: