El pie humano está compuesto de 26 huesos y de aproximadamente 100 músculos, tendones y ligamentos. También es la parte del cuerpo que soporta la mayor cantidad de peso, de modo que no es raro que te duela o que diagnostiquen algún problema en él en algún momento de tu vida.
Entre los problemas de dolor en el pie están los juanetes, la pronación, los arcos caídos, los dedos en martillo, la fascitis plantar y los músculos tensionados y acalambrados.
Puedes aliviar muchos de estos problemas haciendo estos ejercicios. Son estiramientos fáciles de realizar para fortalecer los pies, estirar los músculos y reducir la tensión que podamos tener en éstos.
1. Realiza curls con los dedos del pie
- Coloca una toalla en el piso debajo del pie derecho. Estira los dedos y vuelve a jalarlos para sujetar la toalla con ellos. Levántala unos 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) del piso y resiste unos 5 segundos.
- Luego vuelve a bajar la toalla al piso.
- Realiza 5 repeticiones de este ejercicio y luego pasa al lado izquierdo.
- Relaja los músculos entre cada agarre.
- Gradualmente intenta mantener el agarre durante 10 segundos seguidos.
Al estirar las pantorrillas podrás evitar la tensión no deseada ejercida en el talón de Aquiles y la fascia plantar. Aliviar esta tensión es muy importante en el proceso de curación de las condiciones médicas en el pie, además del descanso inicial y la reducción de la inflamación.
2. Estira el dedo gordo
- Envuelve una banda elástica alrededor del dedo gordo del pie derecho y el del pie izquierdo. Luego junta los pies y jala los dedos mientras intentas mantener los tobillos juntos.
- Estira la banda elástica lo más que puedas y luego relájate.
- Repite los estiramientos 5 veces relajándote durante 5 segundos entre ellos.
3. Extiende los dedos
- Utiliza una banda elástica para envolver la parte media de los cinco dedos del pie derecho. Debe tener una resistencia moderada para que ceda un poco.
- Estira todos los dedos y resiste durante cinco segundos para luego volver a relajarlos.
- Realiza este estiramiento cinco veces en cada pie.
- Asegúrate de relajarte durante unos cinco segundos.
Esto fortalecerá los músculos extrínsecos e intrínsecos del pie y servirá para tratar la fascitis plantar y el dedo de césped.
4. Realiza levantamientos de pantorrilla
- Párate derecho frente a una pared, mostrador u otro objeto estable.
- Coloca las manos con suavidad en la pared frente a ti.
- Elévate sobre los dedos de los pies al realizar un levantamiento de pantorrillas.
- A partir de esta posición, baja nuevamente los pies al piso mientras mantienes el equilibrio apoyando las manos contra la pared.
- Repite el ejercicio 10 veces, asegurándote de bajar con lentitud.
5. Punta de pies juntos y talones elevados
- Busca un escalón o alguna plataforma recta, y párate en el extremo con la punta del pie firme y los talones ligeramente elevados.
- Baja el talón con cuidado sin doblar las rodillas, dejando que los dedos se eleven de forma natural.
- Tensa el pie durante 30 segundos y vuelve a la posición inicial.
- Realiza 10 repeticiones del ejercicio 3 veces al día.
Este ejercicio es una de las mejores terapias para reducir y prevenir los molestos síntomas de la fascitis plantar, en especial cuando suelen ser recurrentes.
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6. Ejerce presión pareja sobre la planta del pie
- Utilizando una lata fría o una pelotita, ejerce presión sobre ella utilizando la planta del pie y empieza a rodarla para relajarlo.
- Realiza de 30 a 50 repeticiones para que la planta del pie se libere de la tensión.
Este ejercicio también ayuda a aliviar los síntomas de la fascitis plantar.
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Consejos
- Antes de comenzar con este plan, consulta con un médico o fisioterapeuta para determinar los ejercicios específicos que sean apropiados para un objetivo en particular.
- No ignores ningún dolor producto de realizar un ejercicio. Infórmaselo de inmediato al médico o fisioterapeuta para que te brinde más instrucciones que te ayuden a prevenir las lesiones o las recaídas durante el proceso de acondicionado.
- Si tus pies se ven particularmente adoloridos, remójalos en una mezcla de agua caliente y sales de Epsom. Se ha demostrado que estas sales pueden aliviar el dolor, la rigidez y los calambres musculares. Remoja los pies de 10 a 20 minutos o hasta que el agua se enfríe.
- Si el dolor es reciente o peor de lo normal, tiene un nivel de 5 o superior en la escala de dolor estándar que va del 1 al 10, te impide caminar bien o apoyar tu peso sobre el pie, se siente distinto o más intenso que antes, o se presenta junto con un enrojecimiento, hinchazón o decoloración, deberás notificárselo a tu médico o fisioterapeuta.
Importante: Debe aclararse que La Bioguía no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, La Bioguía no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.