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Tener relaciones es una actividad cardio muy buena para cuidar la salud, tanto física como mental. Los efectos que tiene en el organismo son notables, y algo que se evidencia cuando pasan períodos de abstinencia prolongados.
Sin embargo, como sucede con toda actividad física, tener relaciones puede tener algunos efectos secundarios inesperados. Uno de ellos es la amnesia sexual.
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Entre los efectos secundarios más comunes de las relaciones íntimas se encuentran lesiones, infecciones urinarias o, en el caso de no usar preservativo, el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Pero también hay otras consecuencias más llamativas.
Algunas personas sufren lo que se denomina amnesia global transitoria, producto de realizar una actividad extenuante, como lo son las relaciones íntimas. Se trata de una afección que provoca que la persona olvide sus vivencias de forma temporal, sin que se pierda el conocimiento ni sufrir un déficit neurológico focal o convulsiones. El episodio suele durar pocas horas.
Ya se tienen varios casos registrados. Uno de ellos es de una mujer de 54 años que acudió al Hospital de la Universidad de Georgetown en de Washington, DC. Según le explicó a los médicos cuando la atendieron, era incapaz de recordar las últimas 24 horas de forma detallada. Ella solo sabía que la amnesia comenzó justo después de tener relaciones íntimas con su esposo.
En un porcentaje mayoritario de las veces las personas con este efecto secundario tienen problemas a la hora de crear nuevos recuerdos, pero también puede suceder que la memoria falle respecto de vivencias anteriores al episodio, como fue el caso de la mujer de Georgetown.
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Las personas con amnesia global transitoria no sufren efectos secundarios de la pérdida de memoria como daño cerebral o problemas a largo plazo, pero la situación genera alarma en un primer momento.
Quienes experimentan este efecto secundario suelen acudir rápidamente a la guardia, algo muy recomendable, dado que la pérdida de memoria puede ser un indicio de un daño neurológico severo o de un ictus. Lo más importante es que se diagnostique lo antes posible.
Las personas de 50 y 60 años tienen más probabilidades de experimentar un episodio de estas características, pero, curiosamente, la mayoría de los que lo padecen lo tienen solo una vez.
Lo que inquieta a los investigadores es que no están seguros de qué es lo que causa exactamente este tipo de amnesia, o por qué los pacientes pueden hablar y estar plenamente conscientes mientras pierden grandes porciones de sus recuerdos.
La explicación más acertada que se tiene por ahora sobre la causa es que esta amnesia no es provocada por el hecho de tener relaciones, sino por la vena yugular, encargada de transportar la sangre desde el cerebro hasta el corazón. Si sus válvulas no funcionan de forma adecuada, el líquido desoxigenado puede volver a la cabeza.
En un estudio de enero de 2010 publicado en la revista Stroke, un equipo de neurólogos argentinos concluyó que el 80% de los pacientes que había sufrido un episodio de estas características tenía insuficiencia de las válvulas en la vena yugular.
Pero aún sigue siendo un enigma, que por el momento los científicos no son capaces de resolver.
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