Autor: Sri Prem Baba

El cultivo de silencio es ciertamente una de las llaves para el autoconocimiento. Es una práctica muy valiosa para navegar por nuestro mundo interno. Es, también, un ejercicio de presencia que al ser practicado regularmente abre puertas para que la verdadera meditación se presente en nuestras vidas. Digo esto porque la meditación real es un estado del cual no tenemos control, sucede por sí solo, nos arrebata, volviéndonos testigos pasivos en conexión con la existencia.

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Algo así es posible solamente cuando nuestra mente está completamente serena, libre de cualquier ruido. Y ésa es una conquista que requiere práctica. Por eso, siempre estoy invitando al cultivo de silencio.

Por eso, dedica un tiempo de tu día para permanecer en una postura alineada y cómoda, desconectándote del mundo, conectándote con tu respiración y, con los ojos cerrados, aprende a relajar en la intimidad de tu conciencia.

Para que el cultivo de silencio sea más provechoso hablaré, a continuación, sobre 2 técnicas meditativas que te pueden ayudar en ese camino.

Meditación analítica

Es un abordaje occidental que sugiere un trabajo direccionado de autoinvestigación, para que puedas comprender tus mecanismos de auto boicot y liberarte de sentimientos antiguos que causan repeticiones negativas. En la meditación analítica, te enfocas en un tema específico que te está incomodando y vas atrás de las raíces de esa situación, con el objetivo de hacer relaciones de causa y efecto y curar todos los dolores del alma.

Entiende que lo que causa sufrimiento hoy es la repetición de un dolor antiguo que no fue cuidado y continuó causando daños en tu vida adulta sin que te dieras cuenta. Cuando te propones navegar por tu conciencia preguntándote a ti mismo los porqués de esas repeticiones, poco a poco consigues reconocer y retirar las antiguas espinas que te impiden de ser feliz.

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Meditación con foco en el vacío

Aquí el abordaje es oriental, y su objetivo es enfocar en el espacio vacío entre un pensamiento y otro. Los pensamientos, emociones y sensaciones vienen, los observas y los dejas pasar. Tu foco es evitar el diálogo interno, renunciando a los juicios o comparaciones. Se trata de una observación pasiva, y, a medida que te dispones a profundizar en esa práctica, percibirás que existen estadios de conciencia a ser atravesados.


En un primer momento, cuando estás comenzando la práctica, o si estás muy inquieto, te encuentras con mucho ruido; una mezcla de pensamientos, emociones y sensaciones que pueden ser desafiantes e impedir tu relajación y distanciamiento. En este caso, vale hacer la meditación analítica hasta que puedas concentrar tu atención en el vacío. Si atraviesas esa zona de turbulencia llegarás a un segundo nivel, que es el propio vacío, donde generalmente no se siente o se entiende nada. Todo está muy quieto, pero no es una quietud tranquila, porque todavía faltan respuestas para comprender la vida.

Al atravesar ese desierto, llegas a una tercera etapa, donde tienes acceso a todas tus cuentas abiertas, todos tus “registros kármicos”. Esa etapa es muy parecida a la meditación analítica, con la diferencia de que sucede espontáneamente, y abre puertas para que puedas resolver esos asuntos pendientes.

Si continúas profundizando llegarás a la cuarta etapa donde puedes tener acceso a memorias intrauterinas o de vidas pasadas, accediendo a rayos profundos de comprensión. Finalmente, en la quinta etapa, accederás a un vacío profundo, lleno de plenitud, en la que serás capaz de acceder la sabiduría universal, encontrando respuestas a preguntas que jamás te habías imaginado que harías.

En esas transiciones, puedes encontrarte con imágenes y símbolos que no comprendes y sugiero que no gastes energía intentando comprenderlos. Pueden ser ángeles o demonios, déjalos pasar. Si un día fuese necesario entenderlos, sucederá naturalmente, sin esfuerzo alguno. Si sucediese algún movimiento repentino en tu cuerpo, no te preocupes, es solamente energía que se está moviendo dentro de ti.

Concentra tu energía simplemente en hacer del silencio una práctica constante en tu vida. Todo el resto sucede por sí solo. De a poco, te vas afinando con los códigos del silencio y experimentando los misterios de la meditación.

Sri Prem Baba es un líder humanitario y espiritual que está al servicio de la transformación del mundo y la paz a través del amor y la compasión, restableciendo los valores humanos, sociales y espirituales. Fundador del movimiento Awaken Love que trabaja por el despertar de la consciencia en todos los sectores de la sociedad.