Diversas investigaciones científicas han demostrado que algunos alimentos y aparatos que utilizamos frecuentemente provocan la aceleración del proceso de envejecimiento, es decir, provocan envejecimiento prematuro.

Los especialistas de diversos campos y materias concluyeron que varios factores contribuyen a la aceleración del envejecimiento, como el mal estado del medio ambiente, los hábitos perjudiciales y algunas comidas.

A continuación, algunos aparatos y alimentos de todos los días que están haciéndole daño a tu cuerpo sin que te des cuenta.

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Carne a la parrilla

Los expertos aseguran que la carne cocida a fuego vivo produce un efecto en el cuerpo humano similar al del contacto con los residuos de los tubos de escape. También se decretó que la carne demasiado cocida contiene sustancias cancerígenas que destruyen el colágeno y deteriora la elasticidad de la piel.

Aceites vegetales

Los aceites vegetales necesitan de algunos disolventes químicos especiales para ser procesados, por lo que normalmente se está consumiendo un producto que ha sufrido cambios estructurales en su fórmula natural. Si estos aceites se consumen con demasiada frecuencia, se está sometiendo al cuerpo a un proceso de oxidación e inflamación, que destruye membranas celulares y acelera el envejecimiento.

Se puede optar por el aceite de oliva, coco o aguacate para desacelerar este proceso indeseable.

Fructuosa y agave

La fructuosa es un aditivo que se encuentra en el sirope de agave y sus efectos sobre el cuerpo no son menos dañinos que los del azúcar. Los síntomas de envejecimiento se hacen más claros con el tiempo mientras más se consuma este producto, ya que el hígado absorbe la fructuosa, desequilibrando su función real, también destruye el colágeno, haciendo de la piel menos elástica.

Fuente: Nutra Ingredients

Productos a base de maíz

Los productos a base de maíz también contienen fructuosa. Adicionalmente, el maíz contiene una proporción muy inadecuada de los ácidos grasos omega-3 y omega-6, que pueden provocar que en el cuerpo un proceso de glaciación, inflamación y oxidación.

Especias

La comida picante y especiada acelera el metabolismo, por lo que el consumo excesivo de especias puede contribuir a la expansión de los vasos sanguíneos y como resultado podrían aparecer enrojecimientos visibles en la piel.

Leche

La lactosa en la leche de vaca puede provocar intolerancia. Con el pasar del tiempo, el cuerpo no puede absorberla correctamente, y esto tiene manifestaciones físicas en tu apariencia: parpados hinchados, ojeras y manchas en la piel.

Platillos flambeados

El flambeado es una manera de preparar los alimentos vertiendo alcohol sobre ellos y luego quemarlo. Este alcohol muchas veces queda en el platillo en estado puro y en una concentración bastante elevada, por lo que los procesos de oxidación se aceleran y se precipita el envejecimiento.

Fuente: Prime Journal

Iluminación

El tipo de iluminación también afecta el proceso de envejecimiento. La luz demasiado viva o demasiado pobre obligan a las personas a estrechar la mirada y provocar arugas, y otras luces, como la amarilla, suprimen la producción de melatonina, responsable de los biorritmos.

Radiadores y calefactores

La humedad óptima para vivir en una habitación es de aproximadamente el 55%. Pero cuando funcionan los radiadores, chimeneas y sistemas de calefacción central, la humedad se reduce considerablemente. El aire en la habitación se seca demasiado y con esto sufre también la piel. Se vuelve apagada, se hace más fina y se agrieta. Es por eso que vale la pena usar humidificadores e ionizadores de aire en conjunto con los radiadores.

Productos de limpieza

Las manos son un indicador infalible de la edad, por lo que debemos tener cuidado con cómo lucen. Sin embargo, existen algunos productos de limpieza que utilizamos con frecuencia que contienen sustancias perjudiciales para la piel, por lo que es mejor informarse de los componentes dañinos presentes en los productos de belleza y eliminar las cremas y lociones que los contengan.

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La lucha contra el envejecimiento dura toda la vida. No significa que debemos obsesionarnos con no envejecer, eso es poco saludable y además nunca triunfaremos. Debemos ocuparnos en reducir las fuentes tóxicas de envejecimiento prematuro, porque deterioran nuestro cuerpo acelerada e innecesariamente.