Cuando compramos en grandes cadenas de supermercados o en portales internacionales, por ejemplo, estamos practicando el sistema actual de comercio convencional en el que las empresas intermediarias manejan el mercado y se enriquecen a costa de las productoras y los productores. Así, el comercio mundial se convierte en una herramienta de control y desigualdad.
Muchos de los intermediarios son empresas transnacionales con un gran poder que les permite controlar qué, cuándo y cómo producir. Cabe mencionar que dentro de sus criterios siempre se privilegia el beneficio económico, dejando de lado el ambiente y el bienestar social.
Qué es el comercio justo
El comercio justo es una opción alternativa al comercio convencional que permite a los productores el acceso al mercado en condiciones más igualitarias, mejora su calidad de vida y colabora en la erradicación de la pobreza.
Se trata de un modelo equitativo, solidario y ético, integrado por empresas familiares, asociaciones o cooperativas que producen y transforman los productos. No importa cuál sea su organización siempre cuidarán de sus productoras y productores, buscando que se beneficien de igual manera todos lo eslabones de la cadena comercial.
Esto es así porque pagan lo suficiente, cumplen con el compromiso de cuidar el ambiente, respetan la equidad de género, están organizados democráticamente, perciben ingresos estables, lo que disminuye el riesgo de explotación de trabajo infantil, los transgénicos están prohibidos y el consumo de agua es lo más moderado posible.
Y por si te preguntas: "¿cuál es el error con el modelo actual?", lo que ocurre es que, no se toman en cuenta los costos ambientales y sociales inherentes a la producción del mismo.
10 criterios del comercio justo
Ante esta situación, nació el Movimiento de Comercio Justo y en los años 70 se creó la Organizacion Mundial del Comercio Justo en Holanda que establece los 10 criterios del comercio justo:
1. Creación de oportunidades para productores con desventajas económicas.
2. Transparencia y responsabilidad.
3. Prácticas comerciales justas.
4. Pago de un precio justo.
5. Asegurar ausencia de trabajo infantil y trabajo forzoso.
6. Compromiso con la no discriminación, equidad de género y libertad de asociación (sindical).
7. Asegurar buenas condiciones de trabajo.
8. Facilitar el desarrollo de capacidades.
9. Promoción del comercio justo.
10. Respeto por el ambiente.
Como verás el comercio justo beneficia tanto a consumidores como a productores y va inherentemente ligado con el consumo responsable. Este último es esencial para optar por alternativa justas. Tenemos que aprender a no fijarnos únicamente en el precio, sino preguntarnos de dónde vienen nuestros productos y de esta manera apoyar un modelo comprometido con las generaciones futuras y un mundo mas verde y justo.
Y si te preguntas cómo puedes practicar el comercio justo, el primer paso es comprar local, lo necesario, y pagando lo justo a los productores por su trabajo.
Toma en cuenta que tus decisiones a la hora de comprar son muy importantes. Puedes encontrar opciones de comercio justo en México dando clic aquí, en la sección de directorio de consumo responsable.