En el marco de la Semana de la Educación Ambiental es de destacar la labor de Greenbondi como Agencia de Triple Impacto dedicada a acompañar a empresas, gobiernos y organizaciones en la transición hacia el desarrollo sustentable. Por ello, Joy Schvindlerman, socia y directora operativa de Greenbondi, comparte su experiencia a aquellas personas que están liderando el mercado en la actualidad.
- ¿Qué te llevó a trabajar en sustentabilidad? ¿Qué es lo más importante de tu vocación?
Empecé a trabajar en sustentabilidad cuando me di cuenta que ningún otro trabajo le daba tanto sentido a mi vida.
Como Licenciada en Periodismo y Abogada, mis primeros pasos en el tema los di escribiendo notas para revistas y realizando una especialización en Derecho Ambiental, pero no tardé en notar que mi impacto estaba resultando teórico y que necesitaba canalizar mi propósito de otra manera.
Así fue que empecé a trabajar en consultoría, donde aprendí el efecto multiplicador que puede resultar de unir a distintos actores en el objetivo en común de promover un mundo lo más sostenible y equitativo posible.
- ¿Cómo describirías la sustentabilidad en una frase?
La sustentabilidad es el sentido común de entender que somos parte de la naturaleza, que todas las personas debiéramos tener los mismos derechos y oportunidades y que no podemos sostener un modelo de crecimiento infinito en un mundo con recursos finitos.
- ¿Cómo explicarías un futuro más sustentable?
Un futuro más sustentable es un futuro colaborativo, donde la norma sea articular alianzas para poder hacerle frente a las amenazas que enfrentamos como humanidad y donde gobiernos, empresas, ciudadanos, tercer sector, todos empujemos para el mismo lado, es decir, el lado que garantiza nuestra supervivencia como especie.
- ¿Cómo percibís que están las compañías en materia de desarrollo sostenible?
Percibo que hay un compromiso e interés de parte de las compañías para avanzar hacia la sustentabilidad. Y lo podemos ver cada vez más en las marcas de consumo masivo, cómo la integran en sus negocios o productos.
Creo que este interés surge por dos motivos: por un lado las empresas reconocen la urgencia que representa la crisis socioambiental en múltiples niveles, ya que es un tema que preocupa e interesa a inversionistas, empleados, gobiernos.
Y por el otro, la sociedad empieza a demandar que las empresas se hagan responsables de sus impactos y ofrezcan soluciones y productos más sustentables.
Todavía queda mucho trabajo por hacer en materia de desarrollo sostenible y las empresas tienen un rol fundamental en la sociedad para dar respuesta a estas problemáticas. Pero se está empezando a notar cada vez más el interés y los esfuerzos de las compañías para avanzar en este sentido.
- ¿Cuáles son los principales desafíos a los que las compañías se enfrentan en este último tiempo?
Creo que cada industria tiene sus propios desafíos asociados al core del negocio. Una compañía que ofrece servicios bancarios no se enfrenta a los mismos retos que una compañía del sector tecnológico.
Si considero que hay determinados desafíos que son comunes a todas las compañías, sin importar la naturaleza de sus negocios.
Sólo por mencionar algunas, contaminación plástica, la gestión de residuos plásticos, la Responsabilidad Extendida del Productor, el cambio climático y la reducción de la huella de carbono, la pérdida de biodiversidad encabezan la lista de preocupaciones presentes en todas las agendas de sustentabilidad de las compañías con las que trabajamos.
Para dar respuesta a esto, existen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que sirven como una guía para establecer prioridades y adaptar al plano local, según los retos de cada organización, acciones concretas y medibles para abordar estas problemáticas.
- ¿Por qué una organización contrataría a una agencia de sustentabilidad?
Contar con una agencia aporta un valor agregado a la gestión en sustentabilidad para aquellas personas que están liderando este tema.
Además, como punto a destacar es que al no estar dentro de la empresa, tenemos una mirada holística de lo que está sucediendo en la agenda climática y también podemos orientar a las organizaciones de cualquier tamaño sobre cuáles son los mejores partners para establecer alianzas estratégicas que las ayuden a tomar mejores decisiones sobre sus compromisos.
Esto nos convierte en un gran aliado para la planificación y ejecución de los planes de sustentabilidad, a lo que se le suma un equipo de profesionales que son activistas y expertos en lo que hacen.
- En relación a los jóvenes y los nuevos consumidores, ¿cómo ves que se compartan?
Cómo mencionaba antes, creo que los consumidores están cada vez más informados, más conscientes.
Cada vez más los consumidores exigen compañías con un rol social y/o ambiental, y no limitadas a incrementar las ganancias de sus accionistas. Y los consumidores se lo están haciendo saber: es increíble el papel que tiene las nuevas generaciones sobre el futuro de las empresas.
Diversos estudios demuestran esta tendencia en la adopción de hábitos de consumo sostenibles. Evitar plásticos de un solo uso (61%) es la forma más común que tienen los consumidores de demostrar su compromiso con la sostenibilidad. Adquirir productos de estación (49%) y realizar compras locales (45%) son otros de los compromisos asumidos.
La Generación Z son los más comprometidos que cualquier otro grupo: el 50% redujo la cantidad que compran y el 45% dejó de comprar determinadas marcas por preocupaciones éticas o de sostenibilidad.
Otro de los hallazgos es la predisposición para pagar más por marcas comprometidas con asuntos ambientales y/o prácticas éticas.
Esto demuestra que cada vez más surgen consumidores más comprometidos que eligen productos y servicios que tengan al menos un impacto positivo en el plano social (dar acceso a personas en situación de vulnerabilidad) o están volcando hacia compras más sustentables.
Es una tendencia que vino para instalarse y que las compañías de alguna forma u otra deberán adaptarse.
- ¿Qué le dirías a una compañía que recién está empezando en el camino de la sustentabilidad?
Muchas cosas, pero principalmente que no pierda el tiempo. La sustentabilidad no es 100% perfecta y tampoco es un proceso lineal. No hay un manual donde las compañías hagan un checklist y comprueben si van por el camino correcto. Es un aprendizaje, un trabajo colaborativo donde las organizaciones tienen que estar dispuestas a equivocarse y a superarse.
De todos modos, creo que es clave empezar a definir objetivos, establecer metas.
Muchas organizaciones con las que trabajamos, al ser multinacionales, ya tienen compromisos definidos desde casa matriz.
También rescato que en Greenbondi las acompañamos -sin importar el sector- a que puedan cumplir con estos objetivos de desarrollo sostenible y en caso de que no estén alienadas a la sustentabilidad, siempre se puede desarrollar una estrategia de sostenibilidad a largo plazo. Esto le va a dar sustento y establecer un norte, hacia dónde tienen que encarar y depositar todas las energías y esfuerzos (financieros, humanos, estratégicos, etc).
Y lo más importante, más allá de la planificación, le diría que una organización sin propósito es una empresa destinada al fracaso. Esto lo demuestran estudios que mencionaba antes: los consumidores buscan marcas con propósito e impacto positivo.
Es importante que empecemos a generar planes y proyectos para reducir y compensar nuestro impacto, y en lo posible, sugiero ir un paso más allá: restaurar los ecosistemas.
Creo que cada vez hay más tecnología y soluciones que nos permiten ir hacía un mundo más sostenible, inclusivo y regenerativo. Sólo es cuestión de saber aprovechar lo que tenemos a nuestro alcance.
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