Desigualdad en las Explotaciones Agrícolas
Las explotaciones agrícolas dirigidas por mujeres en España generan, de media, un 40 % menos de negocio que las capitaneadas por hombres. Esta disparidad se debe principalmente a que las mujeres acceden a explotaciones de menor tamaño para poder conciliar su trabajo en el campo con mayores cargas familiares, mientras que los hombres suelen quedarse con las más rentables. Esta realidad fue destacada por Teresa López, presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR).
Por ello, se ha lanzado una iniciativa en el marco del Plan Allen. Este proyecto, en el que colaboran Ashoka, Cotec, FADEMUR, WWF y la multinacional sueca Ikea, busca formar a 500 mujeres en el pilotaje de drones.
Ser Rentables y Sostenibles
Un estudio realizado en el marco de la última Política Agrícola Común (PAC) reveló que las explotaciones agrícolas llevadas por mujeres son más pequeñas tanto en superficie como en dimensión económica en todas las comunidades autónomas de España. Según López, “esto hace que tengamos que buscar alternativas para que nuestras explotaciones sean sostenibles desde el punto de vista social, económico y medioambiental. Si no son rentables, van a cerrar”. La sostenibilidad emerge como una estrategia crucial para asegurar la viabilidad de estas explotaciones.
Aunque no hay datos estadísticos detallados, la experiencia indica que las mujeres son más receptivas a los cambios y a experimentar con nuevas prácticas que mejoren tanto la producción como el cuidado del medio ambiente. Este enfoque proactivo es fundamental para implementar nuevas tecnologías y métodos sostenibles en la agricultura.
Aprendiendo de Otras Experiencias
Para conocer y aprender de otras experiencias, unas cuarenta mujeres de localidades como Maluenda (Zaragoza), A Carballeira (Pontevedra) y Silla Baja (Granada) han viajado a Francia, Italia y Austria. El objetivo es aprender de proyectos que aplican medidas para elevar la sostenibilidad de las explotaciones, especialmente en términos de agricultura regenerativa. Estas prácticas prometen que en cinco años no dependerán de la compra de insumos, combinando cultivos y ganadería para enriquecer los suelos y multiplicar la biodiversidad.
De Actividad Doméstica a Actividad Económica
En la actualidad, las mujeres son titulares de un tercio de las explotaciones en España. Históricamente, cuando la agricultura estaba más vinculada a la alimentación familiar, era una actividad principalmente femenina. Sin embargo, a medida que la agricultura se convirtió en una actividad económica rentable, los hombres tomaron el control. Esta transición ha llevado a una distribución desigual de los recursos y oportunidades en el sector agrícola.
Revolución desde el Aire
Para ayudar a las mujeres a mantener sus explotaciones, el Plan Allen ha lanzado un proyecto para titular a 500 mujeres como pilotos de dron, de las cuales 200 ya han completado la formación. Esta tecnología permite a las agricultoras controlar el ganado, monitorear el crecimiento de las plantas, detectar plagas y aplicar tratamientos fitosanitarios de manera precisa.
María Recio, una olivarera de 31 años de Doña Mencía en Córdoba, es una de las beneficiarias de este proyecto. Desde hace cuatro años, gestiona sola la explotación familiar con 5,5 hectáreas y unos 4.000 olivos. “Vi que era una oportunidad para ayudarme en la sostenibilidad de mi tierra y ahorrar costes en productos fitosanitarios y riego”, explicó Recio. Además de utilizar el dron en su explotación, María ofrece servicios a otros olivareros de la región.
Transformando la Agricultura Tradicional
Recio planea transformar su explotación de tradicional a ecológica, aplicando medidas como cubiertas vegetales y reducción de tratamientos y riegos. Esta transición hacia métodos más sostenibles no solo beneficia al medio ambiente, sino que también mejora la calidad del producto final.
La formación como pilotos corre a cargo de FADEMUR, en colaboración con Pirineos Drone, una empresa fundada por una mujer en el Valle de Arán. Además de la acreditación para pilotar, se ofrecen dos especializaciones: agricultura de precisión y usos audiovisuales. Estas especializaciones ayudan a mejorar la sostenibilidad y rentabilidad de las explotaciones, así como la comercialización de los productos.
Impacto del Plan Allen
El Plan Allen, con una dotación de 10 millones de euros, agrupa cuatro proyectos a tres años que buscan generar empleo y fomentar la riqueza sostenible. Estos proyectos incluyen la innovación, la economía circular, el empoderamiento de la mujer rural y la restauración de la biodiversidad.
Empoderamiento y Tecnología
La introducción de drones en la agricultura no solo moderniza las prácticas agrícolas, sino que también empodera a las mujeres, proporcionando herramientas que pueden mejorar significativamente la eficiencia y la sostenibilidad de sus explotaciones. La capacidad de realizar tareas como la supervisión de cultivos y la aplicación de tratamientos fitosanitarios de manera precisa y eficiente reduce los costos y el tiempo necesario para el mantenimiento de las explotaciones.
Agricultura de Precisión
La agricultura de precisión es una de las áreas donde los drones tienen un impacto significativo. Esta tecnología permite a las agricultoras obtener datos detallados sobre el estado de sus cultivos, identificar problemas como el estrés hídrico y las enfermedades de las plantas, y tomar decisiones informadas sobre el manejo de sus tierras. La capacidad de aplicar insumos de manera precisa no solo mejora la eficiencia, sino que también minimiza el impacto ambiental.
Comercialización de Productos
Otra ventaja de la formación en el uso de drones es la mejora en la comercialización de productos. Los drones pueden capturar imágenes y videos de alta calidad de las explotaciones, que pueden utilizarse para promover los productos agrícolas en mercados locales e internacionales. Esta visibilidad mejorada puede aumentar el valor percibido de los productos y abrir nuevas oportunidades de mercado.
Testimonios de Agricultoras
María Recio, al igual que muchas otras mujeres que han participado en el programa, ha encontrado en el pilotaje de drones una herramienta valiosa para gestionar su explotación. “Manejar un dron me permite ver el estrés hídrico de las plantas, hacer videos para ver sus estados fenológicos y apoyar a los compañeros que no tienen forma de hacerlo”, explica Recio. Esta capacidad de ofrecer servicios adicionales a otros agricultores no solo beneficia su propia explotación, sino que también fortalece la comunidad agrícola local.
Futuro de la Agricultura Sostenible
El éxito de esta iniciativa puede servir de modelo para otras regiones y países. La combinación de tecnología avanzada y prácticas agrícolas sostenibles tiene el potencial de transformar la agricultura, haciendo que sea más eficiente y respetuosa con el medio ambiente. A medida que más mujeres se capaciten y adopten estas tecnologías, es probable que veamos un aumento en la rentabilidad y sostenibilidad de las explotaciones agrícolas dirigidas por mujeres.
Desafíos y Oportunidades
A pesar de los beneficios, la implementación de nuevas tecnologías en la agricultura presenta desafíos. La formación y el acceso a la tecnología son cruciales, y programas como el del Plan Allen son fundamentales para superar estas barreras. Es esencial continuar apoyando a las mujeres agricultoras, proporcionando recursos y capacitación para que puedan aprovechar al máximo estas herramientas.
Innovación y Sostenibilidad
La combinación de innovación y sostenibilidad es clave para el éxito a largo plazo de la agricultura. Los drones representan solo una de las muchas tecnologías que pueden transformar la manera en que se gestionan las explotaciones agrícolas. A medida que la tecnología continúa evolucionando, es crucial que las agricultoras tengan acceso a las herramientas y la formación necesarias para mantenerse competitivas y sostenibles.
Impacto en la Comunidad
El impacto positivo de esta iniciativa se extiende más allá de las explotaciones individuales. Al mejorar la sostenibilidad y la rentabilidad de las explotaciones agrícolas dirigidas por mujeres, se fortalece la economía local y se fomenta una comunidad agrícola más resiliente. Además, la adopción de prácticas sostenibles contribuye a la conservación del medio ambiente, beneficiando a toda la sociedad.
El éxito del Plan Allen y la formación de mujeres en el uso de drones puede servir de base para futuros proyectos. Continuar innovando y explorando nuevas tecnologías y prácticas sostenibles es esencial para enfrentar los desafíos actuales y futuros de la agricultura. Con el apoyo adecuado, las mujeres agricultoras pueden liderar el camino hacia un sector agrícola más sostenible y equitativo.
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