Deshidratar alimentos es uno de los procedimientos de conservación más antiguos utilizados por el hombre. Es una excelente opción cuando tenemos alimentos que están por echarse a perder, ya que es natural y conserva muchas de las propiedades nutritivas de las frutas o vegetales. El deshidratador de alimentos es un gran aliado de las personas que tienen una huerta propia, ya que a veces se producen tantos alimentos al mismo tiempo que no puedes llegar a consumirlos todos frescos.
Además, las frutas y vegetales deshidratados son muy saludables, ya que concentran calcio, fósforo, magnesio, potasio y vitaminas, y son muy dulces pero no contienen azúcares procesadas. Esto las hace grandes amigas de quienes buscan bajar de peso, ya que pueden utilizarlas como snack dulce, para endulzar batidos o para dar un toque especial a diferentes preparaciones, sin recurrir al azúcar refinada.
¿Para qué deshidratar frutas y vegetales?
- Existen muchísimas razones para construir un deshidratador de alimentos y comenzar a utilizarlo:
- - Las frutas deshidratadas tienen un volumen mucho menor que las frutas frescas y por eso son piezas de gran valor nutritivo que pueden guardarse en poco espacio. ¡Incluso las puedes llevar en tu bolso!
- - Nos permiten tener fruta siempre y no requieren ser refrigeradas porque conservan todo su valor nutricional.
- Son endulzantes de reducidas calorías si se utilizan trituradas en batidos o preparaciones.
- - No contienen grasas saturadas.
¿Cómo es el proceso de deshidratación?
La deshidratación parece un proceso sencillo, pero existen varias maneras de realizarla; algunas se emplean de manera industrial y otras las puedes realizar en casa. Entre los métodos utilizados se encuentran la convección del aire, los secadores de tambor o rodillo y los secadores al vacío. Entre los que puedes realizar en tu hogar, uno de los más recomendables y sencillos es el secado solar.
Algunos de estos procedimientos son utilizados para alimentos líquidos y otros para sólidos, y cada uno de ellos tiene un número mayor de variantes que se ajustan a las necesidades de volúmenes y características de productos finales.
El secado solar de alimentos, por último, puede realizarse de forma directa (colocando los alimentos a la luz del sol, con algunos recaudos para cada tipo de fruta, vegetal o seta), o con un deshidratador solar como el que aprenderás a construir a continuación, que seca los alimentos mediante la combinación de la energía del sol y la corriente de aire.
Cómo construir un deshidratador solar casero de alimentos
Materiales:
- Una o varias placas de madera delgada de las cuales se puedan cortar varias piezas (cuerpo y estantes)
- 4 tablones de la altura que quieras que tenga el secador (patas)
- 4 varas más delgadas (sostendrán las patas entre sí)
- 10 tacos de madera (apoyos y soportes del estante de secado)
- 4 varillas para apoyar los estantes
- Un marco de ventana pequeño o similar
- Una losa adecuada de plástico transparente
- Una pantalla (para cubrir los respiraderos)
- Un trozo de tela elástica absorbente
- 2 bisagras
- Tornillos
- Grapas
- Un "Hook & String" o algún tipo de sujetador para la puerta trasera.
- Termómetro
Guíate por el siguiente modelo:
Procedimiento
1. Corta o consigue todas las piezas de madera necesarias. No debes tener exactamente las que dicen las instrucciones, sino que conviene adaptar el modelo a tu ventana y a las maderas de desecho que puedas conseguir.
2. Construye la base: une las cuatro tablas más largas entre sí, como un cuadrado, con las varas finas, atornillándolas.
3. Coloca encima una base cuadrada de madera fina. Para este momento ya debes tener listas todas las piezas del cuerpo del deshidratador (tapa trasera, laterales y tapa superior).
4. Encastra y atornilla las piezas de la caja. Antes, coloca en ellas las piezas necesarias para que los estantes luego se deslicen.
5. Coloca cuatro tacos en el interior para sostener un estante, y apoya un estante de madera fina encima (sin necesidad de atornillarlo, ya que puede resultarte más sencillo que puedas retirarlo para colocar los alimentos).
6. Cubre la base interior con la tela absorbente, que recogerá restos de agua.
7. Con un marco de ventana o similar, el plástico transparente y grapas, construye la superficie por la que pasará el sol.
8. Cubre con papel oscuro las superficies interiores para que absorban el calor.
9. Monta el marco con el plástico en el soporte que haz armado, utilizando las bisagras.
10. Utiliza el gancho para que puedas cerrar y abrir el deshidratador para colocar dentro la fruta
11. Agrega unos tacos a los pies para que pueda sostenerse sobre el suelo sin balancearse.
¡Listo!
¿Cómo utilizarlo?
Para utilizar este deshidratador se necesita que haya sol pero, a diferencia del secado al aire libre, no es necesario que la temperatura sea elevada ni que el clima sea seco.
Simplemente debe colocarse la fruta o vegetales cortados en rebanadas dentro de la cámara de secado, y esperar. Dependiendo del clima de la zona en la que vives, el proceso puede demorar horas, o un par de días. También dependerá de la estación del año.
¡Prueba el tiempo de secado que requiere cada uno de los vegetales de tu huerta!