Somos seres cambiantes. Durante una etapa de nuestra vida vemos las cosas claras, sabemos lo que queremos y hasta la manera en que lo conseguiremos, pero no importa cómo o cuándo, también llega un punto en el que no sabemos cómo enfrentar el futuro. Tal vez es porque las situaciones cada vez son más difíciles o porque esa en especial supone un gran reto para nosotros. Lo que no podemos negar, es que llegará el momento de hacerle frente a nuestro problemas.
¿Qué ves en esta imagen?
Nuestra mente es maravillosa, muchas veces enfrenta los problemas mucho antes que nosotros, y aunque no nos diga qué debemos hacer de forma explícita, funciona como guía para encontrar una respuesta que nos parezca adecuada.
A veces, gracias al poder de las imágenes, nuestro cerebro puede resolver esas dudas con las que cargamos por días, pues al enfocar la atención en una cosa y no en otra, nos da a entender qué es lo que realmente sentimos como propiedad.
Si ves dos rostros
Sientes que tus problemas están más allá de tu control. Parecen cosas imposibles de lograr, sin embargo, pensando en ellos seriamente, son situaciones personales que sólo necesitan de un momento de determinación y valor para enfrentarlos. Problemas con tus padres, hijos, o con tu pareja; pero que, por una u otra cosa, has dejado pasar y lo que comenzó como una pequeña bola de nieve ahora parece una avalancha.
Si ves un árbol
El problema está en ti. Tal vez tienes una fuerte desmotivación en tu vida a causa de tu trabajo o la carrera que elegiste; tal vez crees que tu desarrollo personal está estancado y no sabes cómo volver a ese camino en el que las cosas fluían tan bien. Debes entender que si así es como te sientes, sólo tú puedes generar un cambio.
No es algo fácil, puede que tengas que sacrificar muchas cosas, que ciertas relaciones cambien, terminen o que dejes de hacer algunas cosas por seguir lo que realmente es tu pasión o eso que te hace feliz.
¿Cómo enfrentar tus problemas?
Sin importar si son internos o externos, has formas de solucionar tus problemas de una manera mucho más sencilla que frustrándote y enfrentando todo desde el impulso.
- Acepta el problema
- Pide ayuda
- Quéjate un 20 % y actúa un 80 %
- Deconstruye el problema en pequeñas piezas
- Encuentra una oportunidad
- Enfrenta el problema
Dejar un problema de lado sólo generará más ansiedad y estrés. Busca la manera de enfrentarlo de la mejor manera y ocúpate de él inmediatamente.
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