Este mes de noviembre será muy especial para quienes se sienten atraídos por la visión nocturna del cielo y el firmamento: dos hermosos espectáculos podrán verse a simple vista.
El día 14 de noviembre de 2016 se podrá ver una nueva Super-Luna, es decir, que la luna estará llena justo cuando pasa por el perigeo (el punto más cercano con la Tierra en su recorrido alrededor de ella). Cuando esto ocurre, podemos ver la luna mucho más grande que lo normal.
En este caso, se nos presentará un 16% más grande y 30% más brillante que cuando la vemos en su punto más lejano a la Tierra.
Pero lo más asombroso será que la superluna será precedida por una bellísima lluvia de estrellas, y otra la seguirá después.
En noviembre tienen lugar dos "lluvias de estrellas" que, en realidad, son lluvias de meteoros: las Táuridas y las Leónidas. Las Taúridas son pequeños fragmentos del cometa Encke, que cada tres años da una vuelta al sol. Esta lluvia de estrellas podrá verse durante todo el mes, pero el día 12 de noviembre alcanzará su punto máximo.
No se trata de una lluvia de estrellas muy grande, porque pueden verse solamente alrededor de 5 meteoros por hora; cuando las grandes, que ocurren algunas veces al año, pueden tener picos de más de 60. Pero significa que, si te quedas un buen rato mirando el cielo en un lugar oscuro y despejado, es probable que veas alguna "estrella fugaz".
La otra lluvia de estrellas de noviembre es la de las Leónidas. Estos fragmentos que brillan en el cielo como si fueran estrellas en movimiento se desprenden del Tempel-Tuttle, y aunque el cometa tarda 33 años en dar una vuelta al sol, las Leónidas todos los años pueden verse; pero varían mucho de uno a otro. Entre el 17 y 18 de noviembre, con la luna aun brillante pero ya no llena, será posible ver la máxima actividad de este fenómeno, que constará de unos 10 ó 12 meteoros por hora.
¿Dónde se pueden ver estos fenómenos?
Tanto la Super-Luna como esta dos lluvias de estrellas podrán verse tanto en el hemisferio norte como en el sur. Sin embargo, en el norte, como las noches se están haciendo cada vez más largas al aproximarse el invierno, se podrá tener algo más de suerte.
Para observar cualquier lluvia de estrellas, lo mejor es alejarse de las grandes ciudades, porque sus luces nos encandilan y no nos dejan ver el cielo.
La luna también dificulta la visión de las estrellas, por eso, como estará brillante en los dos picos de las lluvias, habrá que mirar al sector del cielo más alejado de ella.
Lo mejor es no usar prismáticos ni telescopios, para abarcar un espacio más grande del cielo. Recuerda que no verás millones de estrellas caer al mismo tiempo, sino que debes observar con atención para ver cómo algunos fragmentos de los meteoros, que se ven como estrellas que caen, aparecen y rápidamente vuelven a desaparecer.
Simplemente mira al cielo durante un rato en la oscuridad; en lo posible acostado en el suelo...
¡Y disfruta!