Una impresionante armadura originaria de la última etapa de la Edad de Bronce en Grecia, encontrada en las cercanías de Dendra, no lejos de la histórica Micenas, ha vuelto a capturar la atención pública. Recientemente, un estudio reveló que esta armadura podía haber protegido efectivamente a un guerrero micénico en combate hace 3.500 años. La investigación, publicada en la revista PLOS One, involucró a 13 soldados que probaron una réplica de la armadura en un simulacro de combate de 11 horas.
Descubierta en 1960, esta armadura ha sido objeto de debate: ¿era un mero atuendo ceremonial o una indumentaria de guerra? Aunque los registros históricos no mencionan específicamente este estilo de armadura, su funcionalidad en combate ha sido un enigma. Hasta ahora.
Andreas Flouris, al frente de un equipo de la Universidad de Tesalia en Grecia, decidió poner a prueba su utilidad recreando meticulosamente el atuendo, que incluía un casco adornado con un colmillo de jabalí y placas de bronce, según un comunicado de la revista PLOS One.
Emular condiciones de combate de la Edad de Bronce
Los investigadores no solo replicaron la armadura, sino que también sometieron a los soldados a condiciones de combate que emulaban las de la Edad de Bronce, basándose en descripciones de la Ilíada de Homero y en rigurosas pruebas ambientales y fisiológicas. Incluso desarrollaron un programa informático que simula condiciones de combate, disponible gratuitamente, para probar en una variedad de escenarios. Los hallazgos, según reporta Live Science, indican que las temperaturas de aquel entonces rondaban los 18 a 20 grados Celsius, con una humedad relativa del 70 % al 80 %.
El material usado para las réplicas era una aleación de cobre y zinc, muy similar al bronce original. La réplica meticulosa pesaba 23 kilogramos y replicaba "la dimensión, curvatura y perforaciones del original". El resultado: la armadura no solo era funcional, sino que también permitía a los guerreros desempeñarse eficazmente sin limitar su movilidad o causar fatiga excesiva.
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La armadura habría resistido en batalla hace miles de años
"Está claro que este tipo de armadura era apta para la batalla, no solo para el uso ceremonial", afirmaron a Live Science Flouris y su equipo. Además, destacaron la importancia de esta armadura 'pesada' en el contexto de las técnicas de combate de la época, ofreciendo a los guerreros micénicos ventajas significativas sobre sus adversarios menos protegidos.
Por tanto, el estudio no solo reafirma la funcionalidad de la armadura Dendra en la batalla, sino que también subraya el impacto decisivo de los micénicos en la historia del Mediterráneo, en gran parte gracias a su avanzada tecnología militar.
"Si añadimos la combinación de guerreros acorazados llevados a la batalla en sus carros, y que por lo tanto llegaban a la línea del frente con todos los recursos de energía, estos guerreros debían de ser unos oponentes formidables", concluyeron los investigadores.
Fuente: DW.