La palabra "eclipse" proviene del latín "eclipsis", que a su vez viene del griego "écleipsis", que significa desaparición. Un eclipse es el fenómeno que sucede cuando un astro queda oculto de manera momentánea por la interposición de otro cuerpo celeste, parcial o totalmente. Estos eclipses de Sol y de Luna, ocurren solamente cuando estos astros se alinean con la Tierra de una manera determinada. Esto sucede durante algunas lunas nuevas y lunas llenas.

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Tradicionalmente, los eclipses han generado gran expectativa, fascinación y hasta temor. Asistimos en estos días a una seguidilla y, aunque no en todos lados podemos verlos, podemos sentirlos. Un buen momento para conectarse con el interior de uno mismo y conocerse mejor.

Aunque las fuerzas magnéticas y vibratorias que manifiestan estos eventos no se observan con los ojos físicos, afectan al campo energético de los seres vivientes del planeta. Según los expertos en astrología, los eclipses nos afectan porque implican cierta influencia en nuestras vidas; expresan un cambio de energía en la oleada de energía que habitualmente recibimos del Sol y de la Luna. Además señalan que los eclipses, gracias a esta influencia, pueden colaborar en el impulso de situaciones que estaban en proceso.

La energía de los esclipses este mes llega y moviliza el mundo interno. Si no hay conciencia de este proceso interno y cómo se moviliza, igual se puede experimentar algún tipo sensación diferente, que podría no tener causa aparente, al margen de la realidad de cada persona.

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Algo que nos revela la energia de los eclipses este mes, es que nada es lo que parece. Si pensamos que hemos fallado, pensemos de nuevo, no todo está perdido. Si nos estamos auto felicitando por un éxito desenfrenado, mejor tomarse un momento para retroceder y revisar los detalles: las cosas podrían no ir sobre ruedas como parecía en un principio, y podría ser necesario más trabajo.

En este momento la reflexión se debe enfocar mejor en los resultados hasta ahora obtenidos, y en cualquier cambio que podamos hacer para pulir y mejorar cosechas futuras.

En el plano emocional, a raíz del eclipse lunar, se ponen en primer plano recuerdos, pensamientos y sentimientos de los primeros años de vida, y cómo nos han formado tales experiencias. Dependiendo de nuestro pasado personal, podríamos querer agradecer a aquellos quienes amorosamente se ocuparon de nosotros, o podríamos necesitar reconocer heridas inflingidas y dolor causado - intencionales o no - por aquellos a quienes recurriamos.

Podríamos reconocer los esfuerzos que se hicieron para satisfacer nuestras necesidades, o podría ser necesario establecer o mantener distancia entre nosotros y aquellos que forjaron nuestro pasado, sabiendo que en algnos casos puede ser vital para nuestro propio bienestar. Es un momento en el que reflexionamos en todo lo que nos ha convertido en lo que somos.

La energía de los eclipses nos recuerda que nada en la vida llega gratis, y que aún así todo está disponible para todos, y es nuestra elección, ya sea que reclamemos o no la libertad, la paz y la sabiduría para nosotros mismos. El pago que hay que hacer no nos deja vacíos y agotados, sino que es un cambio una inclinación a convertir en nuestra ésta sabiduría, y permitirle que transforme nuestra vida en un testamento vital y vivo para las verdades reveladas.

Si queremos entender cómo un eclipse en particular nos impacta más personalmente, hay que observar en qué casa de nuestras cartas natales cae. Allí vamos a experimentar su impacto directo, porque los asuntos y problemas de esa casa son magnificados y sensibilizados, junto con los sentimientos relacionados a esos temas. Una vez que los sentimientos se hayan de algún modo asentado, será más fácil decir si el cambio emocional es duradero y se puede llevar a cabo, o si fue una fase pasajera de recalibración y liberación.

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Los eclipses traen a la cabeza temas que se han estado cocinando bajo la superficie a fuego lento por mucho tiempo. Podría ser muy claro que ha llegado un punto de inflexión, y que hay que cortar las cuerdas, alianzas forjadas o sentimientos expresados que han sido previamente silenciados y retenidos.

¿En este momento sus emociones son nuevas para ustedes, absorbiéndolos en una tormenta de actividad que podrían lamentar más tarde, o esos sentimientos son conocidos pero están amplificados y son más insistentes, demandando finalmente el ser expresados? Sólo cada uno puede saber cuál es cuál, y ser honestos con nosotros mismos es vital, ahora más que nunca.

Una vez que la temporada de eclipses haya pasado y las cosas comiencen a asentarse, podrían ver un cambio gradual en los meses siguientes, como consecuencia del eclipse introduciéndose en sus vidas. Las respuestas emocionales madurarán, como resultado del eclipse, y ganarán una perspectiva más amplia y sabia, para encarar mejor el camino.