Entrar en contacto con tu mortalidad es abrumador. Todos sabemos que moriremos, pero pocos son los que lo aceptan con serenidad. La gran mayoría prefiere no entrar en conflictos emocionales y evita esos cuestionamientos.
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A pesar de eso, hay gran cantidad de filósofos que durante milenios han indagado en la madre de todas las preguntas: ¿qué hay después de la muerte?
Ciencia y religión dan respuestas. Mientras unos dicen que llegaremos a otra vida, algunos afirman que el cerebro simplemente deja de mandar señales y dejamos de existir. Pero otros llegaron más allá.
El filósofo Friedrich Nietzsche, a través de estudio del estoicismo y una serie de cuestionamientos personales, terminó por rescatar la idea del eterno retorno.
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¿Qué es el eterno retorno?
Esta teoría reza que todo lo que vivimos; todas las acciones pasadas y futuras, nuestros errores y logros; así como nuestros pensamientos e intuiciones, se repetirán por la eternidad.
“¿Qué sucedería si un demonio te dijese: esta vida, tal como tú la vives actualmente, tal como la has vivido, tendrás que revivirla una serie infinita de veces; nada nuevo habrá en ella; al contrario, es preciso que cada dolor y cada alegría, cada pensamiento y cada suspiro vuelvas a pasarlo con la misma secuencia y orden (...) y también este instante y yo mismo. Si este pensamiento tomase fuerza en ti, te transformaría quizá, pero quizá te anonadaría también. ¡Cuánto tendrías entonces que amar la vida y amarte a ti mismo para no desear otra cosa sino ésta suprema y eterna confirmación!”
El eterno retorno dice que el tiempo es circular, cómo una serpiente que se come a sí misma, pero en lugar de otras teorías que afirman que el fin es el principio de algo nuevo, aquí estamos en un ciclo que se repite exactamente igual, durante toda la eternidad. Entonces ¿Por qué decimos que no debemos temer a él?
Sin duda es abrumador pensar que todo lo que hemos vivido se repetirá. Existe tanto dolor en la vida de cada uno de nosotros que afirmar que lo repetiremos puede alterarnos.
Pero es justo eso lo que nos debe impulsar a vivir, no cómo si no hubiera un mañana, sino cómo si lo que vivimos todos los días estuviéramos dispuestos a que se marcara en la eternidad.
Según Nietzsche, el hombre debe convertirse en el superhombre (una de sus más grandes teorías filosóficas que predica una forma de vivir con una moral propia), y al darse cuenta que el eterno retorno te invita a vivir bajo esos preceptos, podrás pasar todos tus días sin miedo alguno.
Así que piénsalo, si tu vida tiende a repetirse cada vez que termina, es mejor vivirla al máximo una y otra vez, en lugar de estar condenado a simplemente dejarla pasar por el resto de la eternidad.