¿Cuál crees que sea? ¿Súper malaria, H1N1, o algo peor? Nada de eso: según el experto inglés Matthew Walker, estamos siendo víctimas de una epidemia catastrófica de falta de sueño, que puede llevarnos a sufrir una amplia variedad de enfermedades letales.
En una entrevista al periódico inglés The Guardian, el profesor tiene evidencia para creer que la falta de sueño es lo que nos está matando lentamente, y es necesario hacer cambio profundo a la forma planificamos nuestro descanso nocturno.
Según Walker, dormir mal cambia “todos los aspectos de nuestra biología” y es un mal muy común en el mundo moderno al que no se le presta la atención que merece, llegando a ser incluso acusados de “pereza” a los que se toman en serio su descanso reparador.
Las luces eléctricas, pantallas de televisión y computadores, el fácil acceso al alcohol y la cafeína, los largos viajes al trabajo y la falta de una línea clara que diferencie el tiempo laboral del personal son solo algunas de las causas de la falta de sueño, y son parte casi inseparable de nuestra vida moderna.
¿Las consecuencias? Severas. La falta de sueño está vinculada a una mayor propensión a padecer cáncer, diabetes, enfermedades cardíacas, Alzhéimer, accidentes cerebrovasculares y enfermedades mentales.
En definitiva, dormir mal puede matarte lentamente y de forma muy sigilosa. Walker se toma su sueño “muy en serio”, porque ha visto la evidencia de lo que la falta de sueño le hace a tu cuerpo. Peor aún, muchas personas admiten dormir poco como si fuera una “medalla de honor”, algo de lo que se debe estar orgulloso.
Es necesario que estas actitudes cambien y que todos aprendan la importancia del sueño si queremos tener vidas largas y sanas.