Es conocida como Alicudi. Una isla en la que sus habitantes comían un pan contaminado por un hongo alucinógeno. Gracias a ese alimento, sucedían cuestiones un tanto peculiares: visiones, alucinaciones, etc.

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El pan era conocido como “centeno loco”

El ingrediente alucinógeno era el hongo de centeno, el cual es un elemento base del LSD. La gente desconocía las secuelas de ese hongo, por lo que las visiones devenidas pasaron a formar parte de la mitología de la isla.

¿Qué ocurría con quienes comían ese pan? Pues, varias cosas: viajes mentales, trances, visiones y hasta podían perder el conocimiento. La gente hablaba de presencia de mujeres hechiceras, que volaban y hablaban un idioma extraño.

Igualmente, había fantasmas y seres extraños que emergías de las aguas. Se conformó la idea de que la isla estaba encantada, cuando en realidad tenía habitantes bajo el influjo del hongo y de las alucinaciones.

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Fuente: CNN

Las “maiaras”: mujeres que hablaban el idioma del viento

Estos seres aparecían durante la influencia de los hongos. Llegaron a ser conocidas en las creencias de la isla. Mujeres reales llegaron a proclamarse maiaras, se reunían y supuestamente hacían brujerías y actos de magia.

“Estas personas estaban en un viaje inducido por el LSD las 24 horas del día, los siete días de la semana hablaban entre sí y compartían sus visiones, haciendo real lo que tenían en mente”, se cuenta ahora sobre la isla.

De hecho, un obispo llegó a creer que los pobladores habían hecho un pacto con el demonio. La situación llegó a ser comentada. El asunto es que había gente que visitaba la isla, comía el pan alucinógeno y también tenía visiones.

Fue a finales del siglo XX que se dedujo lo que ocurría. El pan de centeno estaba contaminado con el hongo y la gente padecía de “viajes mentales”. Una suerte de misterio develado por la ciencia, que sigue siendo peculiar.

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Fuente: Muy Interesante

Algunos isleños aún recuerdan esa época

Hay cuentos de abuelos, anécdotas escritas. Se dice que la tradición del pan alucinógeno era muy antigua. Se prohibió usar ese ingrediente al descubrir lo que sucedía. Los seres extraños y las brujas desaparecieron.

Actualmente, Alicudi es una isla solitaria. Quedan pescadores y gente que cría cabras. Cada vez tiene menos población. En otra época, su mitología y supuestos fantasmas se convirtieron en un imán para viajeros y curiosos.

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¿Qué te parece esta historia? Si deseas saber más del asunto, basta con escribir “Alicudi” en cualquier buscador web. Es afamada la historia de este territorio insular y su pan de hongos alucinógenos.

Fuente: Muy Interesante.