Muchasveces lo que representa una dificultad para muchos, puede ser una posibilidadpara otros; todo depende de cómo elijamos verlo. La historia de Aleksey Romanoves un ejemplo viviente de que el poder está en nosotros mismos y de que muchasveces son solo miedos o prejuicios los que nos separan de aquello que tantoamamos.
Nacido en Tatarstán,este joven ruso no tiene manos y posee solo una pierna debido a unamalformación genética de nacimiento. Sus padres biológicos lo dieron en adopción; y por eso Aleksey creció en un orfanato hasta que cumplió doce años y fue adoptado poruna familia formada por Louise y Vladimir.
Por su impulso y motivación, Aleksey decidió que, aunque todos creyeran que era simplemente imposible, él quería aprender a tocar el piano.
Y así lo hizo. Con ayuda, en principio, de su profesora de música, e inspirado por las melodías de Mozart, Vivaldi y otros clásicos, él fue tras sus sueños.
“Recibo la inspiración... bueno, básicamente de ninguna parte. A veces me parece que hay una especie de fuente invisible e interminable de la que puedo sacar fuerzas”, señala Aleksey.
Con el paso del tiempo empezó a participar en competiciones y pequeños espectáculos y fue así que recibió la invitación para estudiar en una escuela de música, convirtiéndose para muchos en un ejemplo de que tener una discapacidad no implica abandonar lo que realmente se desea y muchas veces, incluso, es ella la que brinda el impulso para alcanzarlo.
Así lo demuestran también otras historias, como la del actor del cortometraje “El circo de las Mariposas”, Nick Vujicic; la de Jessica Cox, una mujer piloto sin brazos; la de un joven con discapacidad experto en plantas; la de esta corredora con esclerosis múltiple; o la de este joven que salió a recorrer el mundo en silla de ruedas.
Puedes disfrutar de su música en el siguiente video: