Sócrates fue un filósofo griego que fue muy reconocido y admirado por su sabiduría. Fue el maestro de Platón, que a su vez tuvo como discípulo de Aristóteles. A los tres se los considera los representantes fundamentales de la filosofía de la Antigua Grecia.
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Sócrates aplicaba la filosofía a la vida cotidiana. Enseñaba a sus alumnos mediante enseñanzas que los dejaban pensando.
Por ejemplo, se cuenta que un día el filósofo se encontró con un conocido quien se acercó y le dijo:
- "Sócrates, ¿sabes lo que acabo de oír de alguno de tus alumnos?".
- "Un momento", respondió el maestro. "Antes de decirme nada me gustaría que pasaras una pequeña prueba. Se llama la prueba del triple filtro".
- "¿Triple filtro?".
- "Eso es", continuó Sócrates. "Antes de contarme lo que sea sobre mi alumno, es una buena idea pensar un poco y filtrar lo que vayas a decirme. El primer filtro es el de la Verdad. ¿Estás completamente seguro que lo que vas a decirme es cierto?".
- "No, me acaba de enterar y...".
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- "Bien", dijo Sócrates. "Así que no sabes si es cierto lo que quieres contarme. Veamos el segundo filtro, que es el de la Bondad. ¿Quieres contarme algo bueno de mi alumno?"
- "No, todo lo contrario..."
- "Con que quieres contarme algo malo de él, que no sabes siquiera si es cierto. Aún puedes pasar la pruba. Queda un tercer filtro: el de la Utilidad. ¿Me va a ser útul esto que me quieres contar".
- "No, no mucho".
- "Por lo tanto, si lo que quieres contarme puede no ser cierto, no es bueno ni es útil, ¿para qué contarlo?".