Una Corte de Justicia es por sí misma un sitio imponente, frío y serio que puede generar temor. Imagínate lo que puede parecer para un niño que debe ir a declarar en situaciones difíciles, traumáticas y cargadas de ansiedad.
Para ayudar a los niños en esa dura situación, ¿qué mejor que una compañía tierna y leal? A esto se dedica Merel, una mestiza de un año y medio que ayuda tanto a niños como a adolescentes a calmar sus miedos al momento de declarar en el Palacio de Justicia de Ontario, Canadá.
Ella pertenece al Programa de Testigos Infantiles ("Child Witness Program") y comenzó a trabajar hace tres semanas gracias a una organización sin fines de lucro que trabaja en esta temática.
"El sistema judicial no es ciertamente para niños y ellos suelen estar muy ansiosos al no saber qué esperar de esas situaciones" , señala la coordinadora del Programa, Rachel Crawford.
En estas situaciones, el perro reconforta, da apoyo y compañía a niños que han sido víctimas o testigos de casos criminales.
"Es una presencia muy tranquilizadora", explica Crawford, y agrega: "Con Merel saben que es un lugar seguro para ellos y pueden venir a contar su historia".
Ella cuenta que Merel es muy amorosa, que disfruta de estar en compañía de personas, y que suele sentarse al lado del asiento de los testigos, apoyando su cabeza sobre la falda o los pies del niño.
Sería maravilloso que esta iniciativa pudiera aplicarse en Juzgados y otras instituciones como escuelas u Hospitales, donde los más pequeños necesitan de una compañía fiel para tomar impulso en situaciones que podrían ser muy difíciles de afrontar.