La muerte de una madre o padre debe ser uno de los sucesos más dolorosos para cualquier niño. Si sumamos la dificultad que tiene un pequeño para entender el concepto de muerte, se trata de un proceso para el que seguramente no está preparado.
Una mañana desafortunada, la madre de Jerry fue al hospital, pero nunca regresó. El padre del pequeño trató de explicarle que su mamá se había ido al cielo; pero él, de apenas 5 años de edad, no alcanzaba a comprender por qué no volvía a visitarlo. Preocupado de que algo malo le hubiera sucedido decidió llamar a la policía para pedir ayuda.
Un veterano oficial, Tommy Lee, fue quien respondió la llamada de emergencia del otro lado de la línea. Al principio pensó que se trataba de una mala broma, pero al darse cuenta que era un pequeño quien hablaba escuchó pacientemente.
Jerry explicaba al policía lo que su padre le había dicho: su madre se había ido al cielo y a él le preocupaba que no volviera. Cada palabra del inocente niño envolvía de tristeza al viejo policía.
Él, siendo también padre, entendía la tristeza y confusión de Jerry y decidió darle un consejo que conectaría sus vidas de un modo que nadie hubiera nunca imaginado.
Lee le dijo al pequeño que escribiera cartas y se las enviara a su madre en globos rojos, de esta manera ella podría leerlas en el cielo.
Luego de esa conversación telefónica, Jerry escribía cada mes, sin falta, una carta para su mamá y la enviaba en un globo rojo con la esperanza de recibir una respuesta.
Pasado un tiempo, Jerry volvió a llamar al policía, no había recibido respuesta de parte de su madre y estaba desesperado. El agente le dijo que estuviera tranquilo, que su madre leería los mensajes y que él siguiera mandándolos. Lee tenía un plan para no decepcionar al pequeño.
Varios días después de una comitiva de policías, planearon dirijirse a casa de Jerry, y cada uno de ellos cargaba globos rojos.
Lee le dijo a Jerry que su madre había leído todos los mensajes y que siguiera escribiendo como lo había hecho hasta ahora. Para lograr que el niño creyera que se estaba comunicando con su madre el policía investigó un poco sobre él. Incluso se apoyó en su papá y en algunos de sus maestros para ver sus dibujos y conocerlo mejor.
Con toda la información que ahora poseía sobre Jerry, el policía le hizo llegar al niño cartas "escritas" por su madre en donde le enviaba todo su amor y lo felicitaba por su buen desempeño en la escuela. Y no solo eso, sino que inclusive le compró una mini motocicleta y trabajó en cada detalle para asegurarse que el pequeño pudiera sentir que su madre estaba cerca.