La tricotilomanía es unraro trastorno afecta al menos a 4% de la población mundial, y una joven inglesacuenta su historia.
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Latricotilomanía, que fue descrita por primera vez hace unos 200 años, puedeproducir desde una pérdida leve de cabello hasta calvicie severa. Pero no porque el cabello se caiga por razones fisiológicas... sino porque la persona lo arranca.
Segúnla U.S. National Library of Medicine,esta enfermedad se define como “la pérdida de cabello por las ganas de jalarloy retorcerlo hasta que se desprende. Los pacientes son incapaces de detenereste comportamiento, incluso aunque su cabello se vuelva más delgado.”
Origen psicológico
Latricotilomanía es un tipo de trastorno de control impulsivo. Sus causas no secomprenden con claridad.Puedeafectar hasta el 4% de la población, en algunos casos siendo leve y en otros tan grave como para dejar calva a la persona. Las mujeres tienen una probabilidad 4veces mayor de resultar afectadas que los hombres.
El caso de Megan
MeganMalone empezó a desarrollar tricotilomanía cuando tenía siete años.
Alo largo de dos años, cuando se sentíaansiosa o molesta se arrancaba mechones de cabello.Enconversación con la BBC, Megan, quien vive en la ciudad inglesa de Coventry,contó los dramáticos cambios que ese trastorno provocó en su vida.
Ahoratiene 14 años y gracias a tres meses desesiones de terapia psicológica, la joven pudo superar el problema y luce conorgullo su cabellera.
Eldesorden está caracterizado por la necesidad urgente y recurrente de arrancarseel cabello, pelo facial, pestañas, cejas y todo tipo de pelo corporal. Aunqueel trastorno puede aparecer en la infancia, por lo general surge en laadolescencia y suele ser provocado por crisis de depresión o estrés.