El fantasma de los secuestros infantiles persigue cada vez a más a padres. No es para menos. Las tasas de secuestro infantil son altísimas en todo el mundo, y además, nuestros hijos son el tesoro más preciado que tenemos.
Algo que debemos hacer es siempre estar pendiente de lo que ocurre cuando tenemos hijos, por esa razón siempre tenemos que enseñarles qué deben hacer en caso de que una situación de emergencia pueda ocurrir para que de esta manera no haya ningún inconveniente con ellos.
Jodie Norton es una madre que tiene 4 niños, y que lamentablemente pasó por la mala experiencia en la cual sus hijos estuvieron a punto de ser secuestrados. Pero ellos mismos pudieron salvarse de la situación.
Una mañana Jodie tomaba una ducha, cuando sintió un fuerte dolor en el ovario izquierdo que la obligó a ir al hospital acompañada de sus cuatro hijos. Ya ahí, habló con su vecina y le pidió que pasara por sus chicos mayores para que los llevara al colegio, ella aceptó.
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Los dos chicos, de ocho y diez años de edad, salieron de la sala del hospital y se sentaron a esperar a la vecina que llegaría en algunos minutos. Pero aquella tarde, cuando Jodie se encontró con sus hijos en casa, descubrió algo terrible. Jodie había pensado que su vecina llegaría en 5 minutos, pero se encontraba a 40 minutos de distancia del hospital.
Jodie así lo describe:
"En estos 40 minutos mis dos hijos tuvieron una experiencia con unos desconocidos pervertidos y desagradables. Yo siempre les había advertido sobre personas así. Mientras estaban sentados esperando se acercaron una mujer adulta y dos hombres y les preguntaron si podrían ayudarles a ir al baño donde su novio se estaba escondiendo del médico, y ver si podían convencerlo de salir y recibir su tratamiento.
CJ había contestado: ”No, gracias”, pero insistieron.
”¡Por favor! En serio podrían salvar su vida si sólo entran al baño y hablan con él, seguramente saldrá.”
CJ contó que, en todas las preguntas, había contestado “No, gracias” hasta que al final se rindieron. Poco después llegó la vecina y mis hijos entraron a su coche, pero antes de irse pudieron ver a un tercer hombre salir del baño, que se marchó con los otros adultos con los que habían hablado.
La furia y el shock que sentí, pronto se convirtió en gratitud inmensa, cuando oí a CJ repetir la regla de seguridad que tenemos en nuestra familia, la misma regla le ayudó a comprender que aquellos desconocidos no eran de fiar, además del truco para identificar a “una persona rara”.
CJ: 'Mamá, sabía que eran raros porque nos pidió ayuda, y los adultos no piden ayuda de los niños'."
Más allá de enseñar a sus hijos que no hablen con desconocidos -porque tarde o temprano será necesario- Jodie les enseñó a los suyos un método para reconocer gente "mala": los adultos desconocidos nunca piden ayuda de los niños, fue el consejo que les dió.
Siempre debemos tener cuidado con nuestros hijos, ya que nunca sabemos el mal que les puede ocurrir, por esa razón una de las mejores cosas que podemos hacer es orientarlos y enseñarlos a prevenir cualquier percance que puedan tener con un extraño en la calle. Sin duda esta información puede ser de gran utilidad para los niños.
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