La de Gajraj es una de esas tristes historias de animales que pasan su vida prisioneros y exhibidos como atracciones turísticas. Pero, a diferencia de muchas otras, ésta afortunadamente tuvo un final feliz.
Gajraj nació en la selva. Pero a los 12 años fue capturado, y pasó 58 años encadenado, maltratado y con escasa alimentación, sirviendo como atracción turística en un "templo" de Satara, en India.
Su "dueña", la reina de Aundh, recibió quejas y pedidos de animalistas durante décadas para que lo liberase, pero nunca las escuchó.
Finalmente, la organización "Wildife SOS" logró el permiso para llevarse al elefante. Sin embargo, tuvo que esquivar una barrera de 500 personas que se oponían inexplicablemente a su liberación.
Finalmente Gajraj pudo viajar unos 1500 kilómetros y ser trasladado por los activistas hasta el Centro de Conservación y Cuidado de Elefantes en la ciudad india de Mathura.
Gajraj, cuyo nombre significa "rey de los elefantes", está ciego, tiene los colmillos cortados y las patas heridas por los años de encadnamiento. Sin embargo, Kartick Satyanarayan, cofundador de la ONG que logró liberarlo, dijo que, apenas estuvo en libertad, su triste actitud cambió por completo.
Aunque Gajraj ya alcanzó la espectativa de vida promedio para un elefante (entre 60 y 70 años), ahora podrá, al menos, gozar de una calidad de vida mejor durante la última etapa de su vida.
Así disfruta ahora, con 70 años, de su nueva libertad: