Perú es el mayor consumidor de pollo a nivel latinoamericano. Así quedó reflejado en el reciente estudio publicado por el Observatorio Animal, la unidad de investigación de Fundación Vegetarianos Hoy que busca dar a conocer la realidad en la que viven los animales de producción, realizando investigaciones, recopilando y analizando datos, entregándose a la sociedad civil para cambiar la opinión pública sobre la industria de producción animal.

En el informe también se dan detalles en cuanto a las crueles prácticas de la industria avícola nacional, la falta de reglamentos sobre bienestar animal por parte de las entidades correspondientes y la ausencia de datos estadísticos respecto a las prácticas como el descarte de los pollos macho en la producción. “Sabemos de las prácticas crueles y muchas veces insalubres de la industria avícola, pero al presentar una solicitud de acceso a información pública, MIDAGRI nos respondió que no cuentan con información estadística sobre estas prácticas. Tampoco existe una normativa que vele por el bienestar de estos animales”, comentó Iris Herrera, Coordinadora Legal en Perú de Fundación Vegetarianos Hoy.

Perú, el mayor consumidor de pollo

Según Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), durante los últimos 20 años el consumo de carne de pollo ha seguido con un crecimiento constante y sostenido, es así como durante el año 2020 se registró un total de 29.325.849 gallinas de postura, las que produjeron 497.525 toneladas de huevos, concentrándose principalmente en la costa, entre los departamentos de Ica (40,3%), Lima (27,11%) y La Libertad (17,39%).

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Con dicho rendimiento se estima que cada gallina puso en promedio 283 huevos en el año, calculando 17 kg de huevo por gallina, considerando un peso aproximado de 60 grs por huevo. Durante el mismo período el consumo per cápita nacional fue de 242 huevos, concentrando el mayor consumo en Lima, con 309 huevos por persona. En cuanto a pavos, el país es el segundo en producción después de Brasil ya que cuenta con 3 de las mayores empresas de producción de estas aves en Latinoamérica.

Descarte de los pollitos macho y otras prácticas

Una de las prácticas más habituales en la industria del huevo, es la del descarte de los pollitos machos con tan solo un día de vida. Esto ocurre por no ser útiles para la avicultura, estimando que la cantidad de ejemplares macho o que han nacido con enfermedad o alguna malformación y terminan descartados llega a 7.000 millones anualmente a nivel mundial.

En el país los métodos de descarte no están estipulados en la reglamentación nacional, como tampoco existen estadísticas sobre la cantidad de pollitos descartados. Aunque la forma más común que se utiliza es la trituración, también existen otros procedimientos, pero no menos crueles, como la electrocución, asfixia o gaseado. Algunos países como Francia, Alemania y Suiza ya están prohibiendo este tipo de prácticas.

En cuanto al sistema de producción de huevos, las gallinas viven hacinadas en galpones y son trasladadas a diminutas jaulas a partir de la semana 15, donde son encerradas y hacinadas en un espacio que impide que realicen sus comportamientos básicos, como moverse, mantenerse erguidas, caminar, ni tampoco estirar sus alas. Así de cruel es el sistema de jaulas en batería, donde se encierran en un espacio similar al tamaño de una caja de zapatos de cuatro a ocho gallinas, durante toda su vida, que apenas alcanza a ser entre dos a cinco años, sufriendo atrofia muscular y debilitamiento de sus huesos.

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Pollo a la brasa: daños ambientales

Esta preparación es uno de los platos más populares del país, calculando que existirían más de 13.000 pollerías, representando el consumo de pollo a la brasa el 2% del PIB peruano. Se estima también que el consumo crece un 7% cada año y que los peruanos comen pollo a la brasa en promedio dos veces al mes.

Para esta preparación el carbón más utilizado es del árbol de algarrobo (Prosopis pallida), emblemático de los bosques secos del norte peruano, que se encuentra amenazado por la tala ilegal para ser utilizado como leña y carbón.

Por una parte, si bien el MIDAGRI reconoce en sus informes que a nivel global se está dando cada vez mayor importancia al bienestar animal, hasta hoy en día no existen normativas gubernamentales en cuanto al bienestar de las aves ni fiscalización que asegure que viven en condiciones óptimas. Por el contrario, las investigaciones muestran condiciones insalubres y crueles.

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La investigación en detalle está disponible en el informe La Avicultura en el Perú en el año 2020. También se puede acceder a los demás informes realizados por el programa Observatorio Animal en su página web observatorioanimal.org.