Muchas personas en todo el mundo sienten cambios de humor a lo largo deldía que pueden deberse a muchas causas que, por lo general, se vuelvendifíciles de distinguir. Pero además, no tenemos la capacidadsensitiva para percibir muchas de ellas.
Nos referimos a los factores ambientales que nos rodean constantemente yque, sin embargo, no podemos medir fácilmente; como la temperatura, la presión,la humedad, el dióxido de carbono, el polvillo, la altitud o la radiaciónultravioleta, entre otros.
Con esta inquietud, la artista María Castellanos y el tecnólogo Alberto Valverde, de España,han desarrollado un proyecto de tecnología para el cuerpo que además decurioso, es muy innovador.
Se trata de ”Avilés Data City”, un proyecto que consiste en la creación de dos mochilas que tienen la capacidad de medir variables medioambientales de la ciudad española de Avilés para luego, mediante una App, relacionarlas con el estado de ánimo de quienes la usan durante todo el día.
La mochila tecnológica tiene un aspecto futurista y está equipada con sensores que permiten captar los datos del ambiente y, a su vez, localizar geográficamente a quien la lleva consigo. Como resultado, se generan “mapas emocionales de la ciudad”, vinculando los estados anímicos registrados por las personas en la aplicación con los cambios del ambiente que los rodea.
El proyecto es la continuación de Environment dress, una iniciativa que fue desarrollada en el Centro de Arte LABoral por ambos artistas, a partir del cual crearon vestidos que, a diferencia de estas mochilas, por su aspecto no eran fáciles de usar en el día a día.
Acerca de esta iniciativa, Castellanos señala: “Otro de los propósitos es mostrar cómo la tecnología amplifica las capacidades sensoriales que el cuerpo no puede captar”.
De esta manera, y tal como señalaba McLuhan, la tecnología se convierte en una prolongación de los sentidos del hombre, brindándonos información sobre aquello que aparece invisible a nuestros receptores corporales.
Quizás de esta manera, además, sea posible tomar conciencia sobre la agresividad del medio que nos rodea para dimensionar su incidencia, incluso, en nuestras emociones, y comenzar a vincularnos de otra manera con la naturaleza.
Gracias a cuatro voluntarias, el proyecto se ha llevado a cabo y es posible conocer más sobre él en el video a continuación: