La cultura oriental da mucha importancia al grupo sanguíneo. Especialmente en Japón, puede ser motivo de contratación en el trabajo o de bullying en la escuela. ¿Por qué? Porque el tipo de sangre influye en la personalidad.
Tanto en lo individual como en las sociedades (según estudios, el grupo predominante en una sociedad influye en sus creencias y costumbres), lo que llevas en la sangre tiene que ver con tu forma de ser.
Así que… ¿Qué tipo de personalidad sanguínea es la tuya?
Grupo A
Eres esa clase de persona que se esmera para que todo salga impecable. Cuando te comprometes con algo, vas a ir hasta el final, no importa lo que pase en el medio. Trabajas bien en equipo, aunque a veces te cuesta un poco delegar algunas tareas porque quieres que se hagan exactamente como las tienes en mente.
Aunque el perfeccionismo te lleva a obtener grandes resultados, a veces terminas teniendo problemas de salud. La ansiedad por llegar a la meta puede llevarte a que dediques demasiado tiempo al trabajo, y poco tiempo a ti mismo.
Grupo 0
Eres curioso por naturaleza. Siempre quieres saber qué les está pasando a los demás. Pero ¡Ojo! que no quiere decir que seas un entrometido. Simplemente, te gusta escuchar, conocer historias, entender a las personas. Por eso, además, eres generoso. Siempre sabes cuando alguien la está pasando mal, y tratas de ayudarlo.
También te interesa aprender cosas nuevas todo el tiempo, incluso en áreas que no son la tuya. Todo lo que sea incorporar nuevos conocimientos, lo ves como una posibilidad. Sin embargo, cuando estás convencido de algo, es muy difícil hacerte cambiar de opinión.
Grupo AB
Amas todo lo relacionado con el arte, en cualquiera de sus formas. Tanto, que llevas esa pasión a tu propia vida, lo que te puede volver un poco impredecible ante los demás. Pero a ti no te importa: la vida es la obra y tú eres el artista.
Eres un alma libre, y te gusta modelar las cosas a tu estilo, y no dejar que nadie más que tú decida sobre ellas. Ese afán te vuelve un poco misterioso, no te abres demasiado a los demás porque te sientes más seguro en tu propio universo.
Tipo B
Crees en tus habilidades personales, y apuestas por ellas siempre. La confianza que tienes en ti mismo te hace una persona alegre, frontal y transparente. No tienes nada que ocultar: eres lo que eres y estás orgulloso de serlo.
Esa seguridad hace que los demás te vean a veces como una persona egoísta. Sin embargo, no lo eres. Simplemente priorizas tus objetivos, porque sabes que tener la mente enfocada en ellos te llevará a cumplirlos. Por las personas que realmente te importan, estás dispuesto a cualquier cosa.