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Stefano Furlani
Sus obras nacieron de recorridos por la playa junto a su hijo. Al principio las dejaba en la interperie, como una parte más del paisaje.
Stefano Furlani nació en 1973, actualmente está casado y tiene tres hijos y fue el menor de tres hermano. Su inspiración nace de su padre Giuseppe un hábil carpintero y restaurador: Stefano crece en el taller junto a él adquiriendo también su destreza, precisión y ojo detallista.
Cuando adulto se dedicó también a la carpintería y fundó lo que el llama su “Bottega de Furlo” donde no solo crea cosas en madera sino que también es el escenario donde crea obras de arte con piedras.
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El mar domina el lugar donde vive, y es la playa de guijarro, conocida como Sajonía, la que le provee tranquilidad, inspiración y un entorno espiritual para crear.
Stefano crea imágenes utilizando piedras que pinta y pega sobre bases de madera, siempre con fondos y elementos diferentes, hoy en día sus obras recorren Italia e incluso han traspasado fronteras.
Conocido en su país como el “artista de las piedras” a través de su creatividad y talento logra crear hermosas imágenes a través de los recursos que le comparte el entorno natural.
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Justin Bateman
Justin Baetman crea obras in situ utilizando los guijarros de la playa a modo de teselas. Su arte se caracteriza principalmente por ser efímero ya que su durabilidad depende de la rapidez con la que las olas del mar alcanzan a la obra, convirtiéndose esta dinámica también en parte de la experiencia artística.
Justin crea imágenes de “forma convencional” dándoles incluso un marco y un fondo como si de un cuadro clásico se tratara. Aprovecha las distintas tonalidades de las piedras para darle profundidad y un aspecto único a su trabajo.
“Al principio fue difícil destruir el trabajo cuando había pasado tantas horas creándolo. Pero el aspecto de la no permanencia del trabajo específico del sitio es importante para mí. Puedo hacer piezas permanentes, pero la mayor parte del trabajo no está destinado a durar. Es efímero, como las estaciones. Prefiero que el entorno natural siga siendo natural, por lo que elimino cualquier indicio de mi presencia cuando abandono el sitio y disperso las piedras”, explica Justin Bateman, quien tiene una reconocida trayectoria como artista.
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Jon Foreman
Un artista que también maneja a la perfección el uso de las piedras como recurso artístico y visual. Sin embargo, en su caso, no sólo son las piedras las que dan vida a su obra, Jon utiliza también otros elementos naturales que se encuentra en la naturaleza, como conchas de mar o las hojas de los árboles.
Su trabajo se caracteriza por tocar el imaginario del espectador y hacerlo pensar que aquello que ve nació directamente de la matriz natural.
"La unión del hombre y el medio natural nunca estuvo tan cerca, lo humano y lo divino se dan la mano".
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Para Jon la playa es un lugar importante que ha definido su trabajo como nunca antes, no existe un plan previo. La naturaleza le provee no solamente materiales si no también inspiración. Esto lo lleva a experimentar distintas facetas de su proceso artístico y según las propias palabras del artista, lo transforma como ser humano.
«Trato de quedarme para ver cómo se borra el trabajo y capturar el momento del impacto», concluye Foreman. Podría ser un momento triste, pero elige ver la corta vida de su trabajo como algo hermoso.
¿Qué te parece esta nota? ¿Consideraste alguna vez el arte como un evento natural además de cultural?
Fuente: Concienciaeco.