Una anécdota que conquista a muchos en Internet. Una mujer compra una langosta viva en un restaurante solo para devolverla al mar. Sucedió en un restaurante “premiun”, donde las langostas se exhiben vivas en las peceras.
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Una turista suiza en la isla de Cerdeña
Los hechos sucedieron en un elegante restaurante, donde las langostas son un plato muy exquisito. Por eso, resultó muy llamativa la acción de la mujer que pagó 200 euros por una langosta… pero no quiso que la cocinaran, sino que se la dieran viva.
Este curioso hecho fue grabado en cámaras y subido a las redes sociales. La mujer exigió que mataran al crustáceo: pidió que se la entregaran con vida y dentro de un envase. Ante las objeciones de los camareros, la mujer reclamó que ya había pagado.
La turista de Suiza estaba acompañada por su esposo, quien se encargó de grabar todas las acciones. La pareja salió del restaurante con la langosta viva y dentro de un contenedor de vidrio. Ambos se dirigieron a una costa para liberar al animal.
Il gesto della turista svizzera che ha liberato l'aragosta è avvenuto in Sardegna, in un ristorante di Golfo Aranci. #ANSA pic.twitter.com/bicEwX1WPK
— Agenzia ANSA (@Agenzia_Ansa) September 16, 2023
Un video que se volvió viral
En diversas redes sociales la gente vio, comentó y compartió el video. La turista suiza dejó en una playa, en el agua, a la langosta. El animal se adentró en el mar, mientras la mujer celebraba ese gesto de su parte.
Hubo muchas personas que aplaudieron esta iniciativa. Consideraron que la langosta merecía vivir. Estos animales pasan por momentos bastantes crueles: son extraídos del mar, luego son exhibidos con vida en peceras de restaurantes.
Los comensales escogen la langosta de su preferencia. Entonces, sacan al animal de la pecera y lo llevan a la cocina. Muchas veces, el proceso incluye meterlas vivas en agua caliente, para que su sabor sea más puro en el paladar.
En este caso, una mujer quiso dar el ejemplo. Pagó los 200 euros que costaba el crustáceo y quiso llevarlo de nuevo al océano. Ella pidió a su esposo que filmara todo el proceso, pues deseaba compartir el video en Internet.
Lo que dice la gente en las redes sociales
Curiosamente, no todos están de acuerdo con lo que hizo la mujer. ¿Por qué? Pues, hay un peculiar argumento: comentan que ella no debió haber pagado, que lo ideal es dejar de consumir langostas para que dejen de venderlas y las dejen tranquilas en el mar.
Es así como, ahora, ha surgido una inesperada compaña contra el “consumo y negocio de la venta de langostas”. Si se sigue pagando por estos animales, continuarán sacando a las langostas del mar ya que son rentables.
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¿Qué opinas del “rescate de una langosta en un restaurante”? Lo cierto es que hay consenso en algo: es mejor dejar en el mar a estos crustáceos. Resulta sumamente cruel el ritual en que los consumen en los restaurantes.
Fuente:
El Confidencial