Es común ver escenas de películas y dibujos animados que retratan el vínculo conflictivo entre los perros y los gatos. Chip, un chihuahua, y Adele, una gatita, demuestran que esto no siempre tiene que ser así. Desde que se encontraron en un refugio para animales, estos cachorros forjaron una amistad inquebrantable, comprobando que el dicho “como perros y gatos”, no es aplicable en todos los casos.
Chip tenía solo cinco semanas cuando sus dueños lo llevaron al refugio de animales Operation Kindness, en Texas, por no estar en condiciones de cuidarlo. Adele tenía una semana menos. A ella la recogieron de la calle: la encontraron sola y apartada de sus padres y hermanos. Si bien el refugio les dio un techo, los cachorros eran demasiado pequeños como para quedarse allí, donde no tenían el cuidado que requerían a disposición.
“Se unieron al instante y se hicieron verdaderos amigos”, explicó Natalie Buxton, quien cuidó de estos animalitos desde su llegada al refugio, donde trabaja. Para poder brindarles los cuidados que necesitaban, los adoptó temporalmente. “Sin un hogar de acogida, no habrían logrado sobrevivir”, le dijo en una entrevista al portal BuzzFeed.
Chip es un chihuahua de carácter tranquilo, a diferencia de Adele, que es bastante activa. Sin embargo, se complementan muy bien y disfrutan de jugar y dormir juntos. “Lo que más les gusta hacer es explorar no importa dónde estén. Adele es muy aventurera y le encanta treparse y jugar. Chip es mucho más relajado y le gusta mucho tomar siestas sobre mi regazo”, comentó Buxton.
Cuando fueron suficientemente fuertes, fue el momento de ponerlos en adopción. Como el vínculo que se había forjado entre ellos era tan fuerte, decidieron entregarlos como pareja. Quien quisiera llevarse a uno, debería llevarse al otro.
Una fotógrafa que trabajaba como voluntaria en el refugio tomó imágenes de la inusual pareja de amigos para acelerar el proceso de adopción. Así, Chip y Adele empezaron a circular por la web y se volvieron famosos. Su página de Facebook suma ya más de 70 mil seguidores.
“Sabíamos que se volverían populares porque son demasiado adorables, pero nunca imaginamos que sería para tanto”, dijo Buxton. La amplia difusión terminó beneficiando a Chip y Adele, que finalmente encontraron una familia que cuida de ellos. Sus padres adoptivos siguen compartiendo en Facebook las imágenes de la pareja que, a pesar de haber crecido, se mantiene inseparable.