El eclipse solardel pasado 21, no solo afectó a los humanos en su peso y generó que miles de personas se movilizaran a verlo.
Como todo fenómeno lunar, tuvo su influencia sobre las masas de agua presentes en la Tierra. Por eso, el eclipse afectó lasmareas. Supuestamente, eso produjo una fuga masiva de salmones en un criadero. ¿Pero podemos, esta vez, realmente culpar a la luna?
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En una nota de prensa publicada el pasadomartes por Washington Department of Fishand Wildlife, las autoridades instan a los pescadores a pescar miles de salmones del Atlántico que escaparon de la granja de salmón cerca de las islas San Juan.
La granjaCooke Aquaculture notificó al Departamento de Peces y Vida Silvestre deWashington (WDFW) de una falla de la red el 19 de agosto que causó laliberación de salmón del Atlántico desde Cypress Island.
Alrededor de 305.000 salmones se encontraban en la red en ese momento, aunque lacompañía estimó inicialmente que sólo 4.000-5.000peces han escapado.
Por su parte, en un comunicado, Cooke explicóque "las mareas excepcionalmente altas y las corrientes coincidentes conel eclipse solar de esta semana" causaron el daño.
¿Podemos culpar a la luna?
Desde el criadero dicen que sí: que la fuga masiva de salmones es culpa de la alta marea. Pero en realidad, los criaderos de salmones esconden una trama de malas condiciones para los animales, que no solo los afectan a ellos, sino a los humanos que luego los consumen.
Detrás de la cría del salmón hay una historia de antibióticos, enfermedades y desechos tóxicos causados por el hacinamiento.
Hábitaten peligro
Esta situación que ocurrió en las islas SanJuan no ha sido la única, en Latinoamerica hay un caso conocido de amenaza al salmón en su estado natural, y aún más: los criaderos de Salmón están amenazando a todo el ecosistema.
Un artículo publicado en 2010 en la revista Nature destacó que “La región de Aysén,en el sur de Chile, un hábitat clave para varias especies marinas amenazadas,está bajo una enorme presión de la poderosa industria salmonera del país”.
Además, recalcaron “Chile exporta anualmenteUS $ 2.000 millones de salmón atlántico (Salmo salar), y el área ocupada por laacuicultura está aumentando. La magnitud de las granjas de salmón, su ruido asociado y la contaminación seencuentran entre varias amenazas a la fauna local”.
Los daños no quedan solo ahí “El salmónatlántico es un depredador alienígena, con efectosdesconocidos en la población endémica de peces y en todo el ecosistema local.Las redes utilizadas para proteger a los peces cultivados son un peligro paralos mamíferos marinos.”