La carta fue hallada dentro de una botella en el año 2017, en la Bahía de Fundy, de las costas canadienses. Se dice que esta fue escrita por una pasajera del Titanic y lanzada al mar, antes de que la embarcación se hundiera.

La correspondencia fue firmada por Mathilde Lefebvre, una niña que viajaba con su familia para reunirse con su padre en Nueva York.

Aunque existe la posibilidad de que este documento sea una falsificación, un grupo de científicos de la Universidad de Quebec están tratando de comprobar su autenticidad. Para lograrlo, el papel y la tinta están siendo sometidos a distintas pruebas.

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Pruebas de autenticidad a la carta

Hay varios factores que despiertan dudas en los investigadores, con respecto a la autenticidad de la carta hallada en la playa canadiense. Así como también, hay datos que han sido comprobados como certeros.

En este sentido, el arqueólogo Nicolas Beaudry, señaló que es cierto, una niña francesa, llamada Mathilde Lefebvre viajaba en el Titanic. La pequeña iba acompañada de su familia, con destino a Nueva York.

Sin embargo, por otro lado, la caligrafía usada para redactar la carta, no coincide con la que se enseñaba en Francia a comienzos del siglo XX. Además, las corrientes marinas debieron llevar la botella a costas atlánticas europeas, no a Canadá.

Aunque la posibilidad de que la botella llegara a las costas canadienses es muy baja, no es algo imposible. Por lo tanto, la carta será sometida a una prueba de datación por radiocarbono, lo que indicará de manera precisa la edad de los materiales.

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El mensaje en la carta

Los historiadores saben que a bordo del Titanic efectivamente se encontraba una niña de 12 años llamada Mathilde Lefebvre, quien viajaba ansiosa de ver a su padre en la ciudad de Nueva York. El mensaje de la carta, firmada con el nombre de la pequeña, coincide con esta historia.

“Voy a tirar esta botella al mar. Tenemos que llegar a Nueva York en unos días. Si alguien la encuentra, póngase en contacto con la familia Lefebvre en Liévin”, se puede leer en francés.

Desafortunadamente, la pequeña nunca se reencontró con su papá. Pues fue una de las tantas personas que perdieron la vida en el naufragio de la enorme y famosa embarcación.

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