Alejandro Sanz, reconocido cantante español, ha recurrido a sus redes sociales para expresar su frustración ante los insultos y críticas que ha recibido por comentar sobre un trágico incidente en Ecuador. En medio de la oleada de violencia que siguió al asalto de un canal de televisión en Guayaquil y la posterior muerte del cantante Diego Gallardo, Sanz compartió su perspectiva afirmando que "la violencia no es un síntoma, es la enfermedad".

Las reacciones no se hicieron esperar, y Sanz reveló en su cuenta de X que fue etiquetado como "fascista y comunista" por expresar su opinión. El artista, conocido por su franqueza, respondió con contundencia: "¡Así el nivel!... Váyanse bien lejos con sus ideologías de pacotilla. Yo soy persona e intento entender a todo el mundo. ¿Te jode?… Me importa un carajo". Sin embargo, aclaró posteriormente: "No se asusten, es parte de una canción".

La respuesta de Sanz a las críticas fue acompañada por un mensaje de determinación. Sus seguidores, que han sido un apoyo constante durante sus desafíos de salud mental, salieron en su defensa. Mientras algunos destacaron la naturaleza universal de la música como cura para el alma sin prejuicios, otros instaron al cantante a no responder a aquellos que difunden radicalismo.

"Ni tienes que contestar a la gente que insulta. El radicalismo es un terrible mal de la humanidad que se cree dueño no solo de la razón, incluso también de cegar las vidas del prójimo que no comparta su forma de pensar", comentó un seguidor solidario.

La situación destaca cómo figuras públicas como Sanz enfrentan críticas y tensiones al expresar sus opiniones sobre temas sensibles, y cómo utilizan las redes sociales para compartir sus perspectivas y recibir apoyo de sus seguidores.

Fuente: Vanitatis.