En los condados de Navajo y Cononino de Arizona, Estados Unidos, se ha detectado la presencia de la Yersinia pestis, la bacteria de la peste negra, en los organismos de diversas especies de pulgas comunes. Se dice que no hay riesgo de contagio, pero sí se recomienda que se tomen muchas precauciones.
Este microoorganismo es, sin lugar a dudas, el que más muertes humanas ha causado en toda la historia, por ser el que transmite la peste.La forma más común es la peste bubónica, que ataca nuestro sistema linfático, muy importante para nuestras capacidades inmunes.
Se calcula que causó la muerte de alrededor de 50 millones de personas durante el siglo XIV en Europa, lo que supone cerca del 60% de la población humana de la época.
Las pulgas pueden infectar tanto a humanos como animales por medio de su mordida. El contacto con animales infectados es también contagioso, por lo que las autoridades recomiendan extrema precaución alrededor de conejos o roedores. Además, la peste puede propagarse como neumonía, contagiándose por vía respiratoria.
Los síntomas son similares a los de la gripe y se observan hasta 7 días después de la incubación. El tratamiento con antibióticos es posible y no supone mayores inconvenientes, siempre que la enfermedad sea detectada a tiempo, en las primeras fases de desarrollo.
A diferencia de la Edad Media, hoy se estima que el riesgo de contagio masivo es sumamente bajo, debido a la tecnología médica. Pero sigue siendo una enfermedad potencialmente mortal de la que todavía se observan casos aislados, sobre todo en Asia.
Así que no hay muchas razones para alarmarse, pero las precauciones siempre son necesarias.