Sólo existen dos tipos de personas: los que aman los gatos y los que no. Los gatos despiertan pasiones, y son la mascota elegida por miles y millones de personas alrededor del mundo.
Su personalidad independiente y enigmática, su destreza física y la indiferencia que muestran muchas veces por los humanos los hacen tan interesantes como indescifrables.
Pero tranquilo. En realidad, conociendo un poco de lenguaje corporal gatuno podrás fácilmente reconocer qué le está pasando a tu minino en cada momento.
1. Relajado
Si todo va bien, así es como tu gatito debería pasar la mayor parte del tiempo. Aunque claro, que la mayor parte del tiempo se la pasan durmiendo.
Pero cuando están despiertos, si nada malo les ocurre, deberían estar tranquilos y sentirse cómodos. Te das cuenta que todo está marchando bien con tu gato cuando:
- Tiene relajadas las orejas, que se mantienen en posición vertical pero sin tensión, y pueden moverse de un lado a otro.
- La expresión de tu gato es de sonrisa, producido por la relajación de los bigotes y mejillas.
- El cuerpo mantiene una postura elegante y relajada, sin ninguna tensión que sugiera que está a punto de entrar en acción.
- Parpadea lentamente o mantiene los ojos semicerrados.
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2. Felicidad
Es el estado preferido de todos aquellos que tienen un gato por mascota, pues es cuando más receptivos están.
Corporalmente es muy similar a cuando están relajados, sólo que algunos comportamientos te darán la pauta que, además de cómodo, se siente feliz:
- Si está acostado y se estira sobre un costado, o incluso sobre la espalda con las patas hacia afuera (el mayor signo de felicidad).
- Si parpadeas levemente y te devuelve con otro parpadeo lento (es que se siente feliz contigo).
- La cola está quieta o levemente curvada en señal de saludo.
- Si cierra los ojos y ronronea cuando lo acaricias.
3. Atención
Los gatos son cazadores por naturaleza. Por eso, el movimiento de un pequeño insecto o la aparición de un gran ratón pueden generar en ellos un estado de atención plena. En esos momentos, se disponen a atacar, y así responde su cuerpo:
- Sus ojos se abren y las pupilas se contraen.
- Llevan las orejas y los bigotes hacia adelante, con todo el cuerpo orientado a aquello que llama su atención.
- Agachará el cuerpo, acechando. Las patas traseras quedarán debajo de su cuerpo.
- La cola estará baja detrás del cuerpo. La punta de la cola, así como los cuartos traseros, pueden moverse espasmódicamente a medida que se prepara para atacar.
Muchas veces, el objeto de tu atención puedes ser tú, por algo que estés haciendo. Si, por ejemplo, quiere algo que estás comiendo, quizá pueda frotarse contra ti, pero su atención sigue puesta en su objetivo.
4. Ansiedad
Los gatos, más aún que los humanos, son animales de costumbres. Por eso no le gustan los cambios y, cuando se produce uno muy grande (por ejemplo, una mudanza) puede estar ansioso por muchos días.
Lo notarás en lo siguientes estados:
- Moverá la cola de un lado para otro, especialmente la punta de ella, lo que es uno de los principales síntomas de ansiedad en el gato.
- Las pupilas del gato estarán dilatadas y los ojos muy abiertos.
- Agachará la cabeza, con los bigotes retirados hacia atrás para parecer pequeño e inofensivo, o incluso los moverá hacia adelante en alerta. También puede arquear la espalda preparándose para correr.
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5. Miedo
El estado de ansiedad puede ser sutil, pero no el del miedo. Si tu gato está realmente asustado por algo, lo notarás enseguida (y además, será muy difícil calmarlo).
- Tu gato replegará las orejas hacia atrás, y la cabeza desciende con la mirada hacia arriba
- Si puede, saldrá corriendo. Si no, permanecerá de pie o en cuclillas muy quieto.
- Los ojos estarán muy abiertos con las pupilas completamente dilatadas y los bigotes replegados o erizados.
- La cola puede permanecer bajo el cuerpo o moverse rápidamente de un lado a otro.
- Pueden sisear, gruñir o dar zarpazos.
- Algunos gatos estiran las patas delanteras para parecer más altos o arquean la espalda y erizan el pelo para parecer más grandes.
Es mejor que no molestes a tu gato cuando esté asustado, porque puede que empeores la situación. Simplemente déjale su espacio y, si conoces la fuente de su miedo (por ejemplo, un ruido que odia, una persona, o un perro), intenta que desaparezca.
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6. Enfado
El miedo y el enfado en los gatos muchas veces van de la mano, y tienen síntomas similares. En el caso de enfado, tampoco deberías acercarte demasiado a tu gato, y menos aún gritarle o atacarlo de algún modo.
Déjalo tranquilo hasta que se le pase. Ya sabes lo temperamentales que son. Te darás cuenta que tu gato está enfadado si:
- Está rígido, con la cola rígida y recta enroscada alrededor del cuerpo.
- Actúa diferente de lo habitual: quizá está muy quieto y en silencio, sisea, escupe o gruñe.
- Tiene los bigotes rígidos y las orejas replegadas hacia atrás.
- Tiene la mirada dura y penetrante, con las pupilas contraídas, y casi sin pestañear.