Con tanta incertidumbre y estrés que nos ha traído la situación actual de pandemia puede ser que te esté costando más de lo normal conciliar el sueño. Por eso, comparto contigo tres puntos clave y prácticos que puedes empezar a aplicar desde hoy mismo para dormir mejor.
1. Vacía tu mente de las preocupaciones diarias
La psicología demuestra que cuando estamos pensando una y otra vez en un asunto particular en vez de encontrar soluciones muchas veces terminamos agrandando el problema. A esta forma de pensar recurrente la denominamos los profesionales de la salud mental como “rumear” sí tal cual como cuando las vacas se quedan masticando cientos de veces el mismo bocado de pasto. Así también le puede pasar a tu mente.
Para esto te recomiendo la siguiente estrategia: en tu velador o en la entrada de tu casa coloca una cajita, puede ser del material que quieras y mejor aún si es un regalo de alguien que trae paz en tu vida. Antes de irte a dormir (o cuando acabas de llegar) haz una lista mental de todas esas cosas que en este momento están robándote la atención del presente y que no van a cambiar hasta mañana.
Ahora que ya tienes esa lista, pon tus manos sobre la cajita con las palmas hacia arriba y simbólicamente deja que esa lista caiga suavemente de tus manos, ahora abre la cajita y déjala ahí hasta mañana. Puedes decir en voz alta: “Ahí se quedan, hasta mañana, ahora me voy a concentrar en el presente”.
Este ejercicio te ayudará a poder redirigir tu atención y hacer que tu mente disminuya la velocidad de tus pensamientos ayudándote a pasar al siguiente punto.
2. respira profundamente durante 11 ciclos
Relájate: esta es una de las palabras más utilizadas en estos últimos meses. ¡Necesitas relajarte! lo mejor de todo es que hay varias técnicas para hacerlo que son prácticas, aplicables en donde sea que estés y gratis. Te voy a contar un par de esas opciones que te ayudarán a cambiar tu estado mental y físico antes de ir a dormir.
La más fácil: respirar profundo. Aunque puede parecer elemental, muchas personas no respiran adecuadamente. Antes de empezar con esta técnica, tómate un momento para identificar cómo respiras usualmente. ¿Al inhalar se expande tu caja toráxica o tu abdomen bajo? ¿Cuánto dura cada ciclo de respiración que tienes? Respirar desde la caja toráxica es lo más común, pero no lo más beneficioso.
Lo ideal es respirar desde el diafragma que es un músculo que separa la cavidad toráxica de la cavidad abdominal. En otras palabras, sabes que estás respirando diafragmáticamente cuando tu abdomen su llene de aire al inhalar y se vacíe al exhalar. Puedes poner tu mano izquierda bajo el ombligo suavemente y tu mano derecha cerca del centro de tu pecho y concientizar cada respiración hasta que se convierta en un ritmo natural.
Ahora que ya sabes cómo respirar adecuadamente, haz este ejercicio por al menos once ciclos, mientras más profundo puedas inhalar y exhalar mejor.
Otra modo es la relajación progresiva, esta técnica implica contraer todos los músculos de tu cuerpo de pies a cabeza, en ambos lados por al menos 7 segundos cada uno y después relajarlos. Esto incluye los músculos de tu cara. Puedes repetirlo hasta tres veces. Que no se te olvide respirar profundamente cada vez que relajes los músculos. Esto le ayudará a tu cuerpo y a tu mente a aprender a dejar ir la tensión.
3. Accede a tu inconsciente
Esta es la parte más compleja y que requiere de mayor compromiso ya que necesitarás al menos un par de semanas de trabajo continuo para empezar a ver resultados. El inconsciente es donde se almacena la gran mayoría de información sobre nuestras experiencias. Por esto es de suma importancia que aprendas a entender sus mensajes para que dormir sea un acto de descanso físico y mental pero también de reconexión con tu esencia.
Para que puedas acceder a tu inconsciente necesitarás: tener la mente abierta, hablarte antes de ir a dormir y tener una intención específica para este viaje que realizarás. La mente abierta para poder entender tus sueños, hablarte para poder recordar que no es solo un descanso físico y finalmente la intención te ayudará a que tu mente no divague al entrar en el proceso de sueño.