Cada vez más hay acuerdo entre la ciencia, la psicología, los fisioterapeutas y los entrenadores personales, así como los coach y las personas que lideran procesos de desarrollo personal: hacer ejercicio con regularidad ayuda tanto en lo físico, como en lo mental, emocional y en la conexión espiritual.

Independientemente de la edad, los investigadores han descubierto que mantener una rutina adecuada a cada persona produce grandes resultados, no sólo en lo estético.

En su libro “La ciencia nueva y revolucionaria del ejercicio y el cerebro”, el médico psiquiatra John Ratey de la Escuela de Medicina de Harvard afirma que “Ejercitarse regularmente es bueno para el humor, la memoria o el aprendizaje.” Así, los procesos cognitivos, sociales y de autoestima se ven estimulados a través del movimiento físico.

Cualquiera sea la disciplina a adoptar, desde caminatas hasta ejercitación de fuerza en un gimnasio o tomar clases de disciplinas que te gusten, todo vale.

La energía sigue al pensamiento; y el pensamiento transforma en acciones concretas eso que se ha elaborado internamente. De allí que, si la energía se mantiene en movimiento también desde lo físico, muy pronto observarás notables cambios en tu estado de ánimo, intuición, percepción, coordinación, apertura y socialización; además de sentirte mejor con tu cuerpo, el único que tienes en tu paso por este mundo.

Las conclusiones de los especialistas se sintetizan en estos cinco puntos:

1. Ejercitarte reduce el estrés 

Al hacer movimiento físico regular, el cuerpo adopta nuevos estímulos que ayudan a relajarte, por el contrario de lo que la mayoría piensa acerca de que terminarás más cansado. De hecho, quienes entrenan a menudo saben que aquellos días en que la pereza se hace presente, al terminar la rutina de caminata o lo que sea que elijas, te sientes con más energía. Esto es así porque el ejercicio produce noradrenalina, un químico que ayuda a moderar la respuesta cerebral ante el estrés.

2. Alivia distintos tipo de síntomas 

Más allá de las recomendaciones físicas que haga un médico de acuerdo a cada patología, el mover el cuerpo alivia síntomas de depresión. Por ejemplo, los psicoterapeutas recomienden con énfasis incluir algo de ejercicio a las personas con tendencia a la depresión. Está demostrado que caminar diariamente, subir y bajar escaleras, y hacer un recorrido regular por 30 minutos 3 veces a la semana, incrementa tu buen humor en forma notable, a la vez que oxigenas mejor el organismo. Los colores se ven más brillantes y estás más lúcido para tomar decisiones. Y al final del día, el descanso es mucho más reparador.

3. Te verás mejor

Sin necesidad de que seas un fisicoculturista, el simple hecho de hacer ejercicio continuo te devolverá frente al espejo, en tu interior, y también frente a tu entorno, una mejor imagen de ti mismo. La auto estima mejora ya que, al sentirte energizado, la piel luce mejor, socializas con nuevas personas y te conectas con otro mundo, saliendo de los problemas y la rutina.
Esto repercute en algo esencial: la auto valoración, que tiene que ver directamente con tu auto confianza.

4. Baja la ansiedad

Los neurotransmisores del cerebro que se liberan cuando haces ejercicio y hasta muchas horas después, ayudan a que te calmes si tienes ansiedad. Alguna actividad aeróbica, como una marcha rápida, trote, bicicleta en todas sus modalidades, e incluso clases de gimnasia con baile, o las que emulan movimientos de boxeo, te permiten soltar las tensiones. Así recobras auto control, te focalizas en el presente y no estás demasiado tiempo en el futuro, que es donde vive la ansiedad.

5. Previenes tu deterioro cognitivo

Después de los 40 años se incrementa el riesgo de padecer enfermedades degenerativas, o padecer problemas de presión, azúcar alta, colesterol, entre otras.

La actividad física, acompañada de cualquier otra disciplina de desarrollo personal, te ayuda a aumentar las sustancias del cerebro que previenen la degeneración de las neuronas del hipocampo. El practicar ejercicio también contribuye a cuidar tu corazón, tu sistema respiratorio y, los huesos. Como vemos, no se trata sólo de cultivar los músculos.

Además, al hacer cualquier tipo de ejercicio, practicas tu coordinación, que se relaciona con el estar presente continuamente en lo que estás haciendo (mindfulness), a la vez de estimular la coordinación de movimientos y aprender acerca de la fisiología del cuerpo. Sin querer, aprendes a escucharlo.

Habrás visto los enormes beneficios del ejercicio en adultos mayores: desde deportes de salón, hasta yoga, caminatas, y ejercicios de fuerza moderada, siempre supervisados por profesionales. ¡Imagínate lo que puedes lograr adoptándolo antes de llegar a edad avanzada!

Para concluir, las personas que practican ejercicio de cualquier tipo, y en combinación con otras disciplinas de auto desarrollo, son más productivas en su vida. Así lo asevera una investigación de Schwarz y Hasson (2011): los trabajadores que practican ejercicio o deporte regularmente son más productivos y tienen más energía que sus compañeros sedentarios. Ellos recomiendan incorporar actividad física al mediodía, por ejemplo, en la pausa del almuerzo, para mantenerse más activos durante el resto de la jornada.

En el caso de las personas con cualquier tipo de adicción, el ejercicio y el auto conocimiento son dos ejes esenciales; ya que, con el entrenamiento el cerebro libera dopamina, el neurotransmisor de la recompensa y el placer -como el sexo, los chocolates, la comida en general-. Entonces, es un adecuado reemplazo paulatino de aquello tan dañino por un nuevo hábito saludable.

Imagínate sumándote de ahora en más a alguna caminata solidaria en tu ciudad; o motivando a tus amigos a un encuentro semanal para conversar y divertirse mientras caminan o practican algún deporte que les guste.

Entonces, ¿qué esperas para vestirte con ropa cómoda y tomar la calle con una buena caminata, haya viento, frío, lluvia o sol? ¿Qué tal hacer nuevos conocidos y compartir momentos en la semana? Disfrútalo paso a paso. Pide orientación a profesionales, consulta con tu médico antes de iniciar una rutina de ejercicios, y ponte en marcha. Son todos beneficios. El tiempo es hoy.

Sobre el autor:  Daniel Colombo es Coach especializado en CEO, alta gerencia y profesionales; conferencista internacional; escritor y comunicador profesional. 

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