Limerencia. Todas las personas en algún momento de su vida han pasado por una etapa de enamoramiento- o lo pasarán- al menos una vez en su vida. Sin embargo, muchas veces se puede confundir el amor con este estado.

Y es que en las últimas semanas ha rondado la pregunta de qué es limerencia, cómo saber quién la padece y de qué manera afecta a las personas, ya sea de manera física, como mental y emocional.

Si bien es un término que se utiliza hace años en la rama psicológica, no todos los sujetos saben de qué se trata y muchas veces lo confunden con estar enamorados de una persona, cuando esto no es así.

Por eso en este artículo queremos hablar sobre qué es limerencia, síntomas, cómo reconocerla y de qué manera puede afectar con tu pareja y en el día a día.

Qué es limerencia

Como se dijo anteriormente, es un término que se utiliza hace tiempo, aunque no todas las personas conocen de qué se trata o saben reconocerlo.

Este trastorno fue bautizado como limerencia por la psicóloga estadounidense Dorothy Tennov después de estudiarlo y publicar sus resultados en su libro "Amor y limerencia: la experiencia de estar enamorado" (Love and Limerence: The Experience of Being in Love), en 1979.

Pero, puntualmente qué es limerencia, a qué hace referencia este término. Cómo darte cuenta si lo padeces y de qué manera combatirlo lo detallaremos a continuación.

En principio es necesario destacar que cuando se habla de limerencia se hace referencia a un estado mental involuntario que resulta de una atracción romántica hacia alguien en el que se siente una necesidad obsesiva de ser correspondido.

En otras palabras es una obsesión por sentirse amado y correspondido por un otro, sin importar otra cuestión. La limerencia en pareja es una de las más comunes que puede darse, aunque también puede ser con otras personas, e incluso con sujetos que no se conocen.

Los psicólogos especialistas lo describen como un trastorno obsesivo compulsivo enfocado hacia el amor.

Cuando una persona padece este trastorno tiene pensamientos desagradables con el sujeto amado, el deseo de correspondencia ocupa gran parte de su tiempo y todas las cuestiones que suceden en su día a día lo relaciona con esto que cree amor.

Entre esas ideas aparecen el miedo al rechazo y la timidez en su presencia. Además, suelen idealizar a la persona y sentir euforia si se encuentran cerca. Asimismo, palpitaciones, sudoración, temblores, enrojecimiento, falta de apetito, tartamudeo y agitación. Veamos un poco más en detalle.

Limerencia: síntomas

Como se dijo, la persona que padece este trastorno puede sufrir diversos síntomas físicos y psicológicos, sobre todo si se da la limerencia en pareja, que te ayudarán a reconocer su presencia.

Miedo al rechazo: Hiperventilación, taquicardias y temblores al pensar constantemente que el otro puede llegar a rechazarlo.

Ansiedad y depresión: La obsesión porque el otro corresponda a ese sentimiento le genera inestabilidad, y pueden conducir a la ansiedad y a la depresión.

limerencia.

Acciones compulsivas: Ese mismo miedo constante a no ser correspondido, también lleva a conductas no pensadas. Comparaciones con otras relaciones, preguntas sobre sus sentimientos, y desviación de conversaciones hacia las emociones, son algunos ejemplos.

Idealización: La obsesión por la otra persona amada lleva a no poder criticar al otro, ni asumir que tiene y existen defectos.

Pensamientos constantes sobre la otra persona: Todo lo que le sucede a la persona obsesionada le lleva a pensar o a relacionar cualquier momento o instante con el sujeto amado.

Fantasías constantes: Quien padece de limerencia puede llegar a recrear diversos escenarios constantes con la otra persona, que se diferencia de la fase de enamoramiento por su carácter obsesivo y constante.

Diferencias con el enamoramiento habitual

Muchos sostienen que la limerencia es muy similar al enamoramiento y que no es posible diferenciarlas. Sin embargo, algunos especialistas coinciden en que la gran diferencia es que este trastorno no es recíproco, hay sentimientos de obsesión, soledad y miedo al rechazo.

Asimismo, las personas que lo padecen no lo reconocen y les cuesta darse cuenta de que lo tienen. Además, reducen su vida social y comienzan a aislarse, lo que influye en su vida social, laboral y académica.

De hecho, esa misma obsesión los lleva a disminuir su rendimiento y su productividad en estos ámbitos mencionados. Gran parte de su tiempo lo pasa pensando en aquella persona y en una posible o ideal relación con ella.

Es cierto que en algún punto tiene semejanzas considerables con el enamoramiento. Pero por las mismas características que venimos detallando en el artículo hace que se diferencie con al amor, y pase a ser un trastorno de tipo obsesivo.

Incluso, una limerencia al extremo puede llevar al sujeto a tener actitudes persecutorias y de acoso hacia la persona que cree o dice amar.

Para quien pasa por un trastorno de este tipo prima la necesidad de garantizar el afecto del otro por encima del respeto, la intimidad y el compromiso. Cualquier acto del otro ser humano puede tomarse como una correspondencia amorosa.

Como diferencia, del otro lado nos encontramos con el sentimiento de amor, que aunque a muchos les cueste diferenciarlos, cuando no existe un trastorno obsesivo compulsivo y el sentimiento se desarrolla con normalidad se confía en el otro y sobre todo son emociones mutuas.

La pareja es aquel lugar seguro en el que se sabe que se puede confiar, que no juzgará y que pese a las diferencias siempre dará su opinión desde el lado del amor y para que cada uno pueda estar feliz. Aunque probablemente haya discusiones y desencuentros siempre serán para mejorar y acompañarse mucho más.

limerencia

Una pareja quizás no esté las 24 horas cerca de tí, incluso, no necesariamente conviva o viva en el mismo lugar, pero es aquella que, aunque a la distancia en algunas ocasiones, acompaña en todo momento. Esto para alguien que padece limerencia no es concebible.

Además, esa persona jamás sentirá rencor o envidia, sino por lo contrario colaborará y ayudará a que el otro se anime a pelear por aquello que desea y siempre se pondrá contento por sus logros, deseándote lo mejor.

Por otro lado, son personas que no siempre dicen lo que uno quiere escuchar, sino que algunas veces hasta puede provocar incomodidad la manera en la que piensan, pero lo hacen porque realmente desean lo mejor para su pareja y no buscarán convencer al otro de algo sino que serán completamente sinceros a lo que piensan y creen.

Es con quienes se comparte la mayor parte de los secretos y quienes son confidentes. Las parejas son personas que acompañan y hacen el camino un poco más liviano.

Pero por sobre todas las cosas en una relación sana podrás sentirte cómodo, mostrarte tal cual eres, y manejarte como si estuvieses sólo. Decir y hacer lo que te nazca sin miedo a que el otro pueda pensar mal de ti, por el contrario.

Por eso, si bien hay algunas semejanzas entre limerencia y enamoramiento también son claras las diferencias, los síntomas de uno y otro y como la persona se siente con su pareja.

En caso de que sientas que puedes estar padeciendo este trastorno será recomendable que acudas a ayuda profesional para que puedan detallar qué es lo que tienes y brindarte herramientas para manejarlo o tratarlo.

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Ahora ya conoces qué es limerencia, síntomas y cómo reconocer si la padeces. ¿Habías escuchado hablar sobre este trastorno? ¿Te ha pasado en algún momento?

Fuente: BBC, Psicología y Mente y El Español.