A pesar de todo el cansancio del día, parece que cada vez nos cuesta dormirnos inmediatamente o todas las horas que quisiéramos. ¿Por qué ocurre esto? Se debe a la edad, y hoy conoceremos la razón por la que dormimos menos al hacernos más viejos.
Dormir menos no solo se debe a la falta de sueño a las altas horas de la noche. Por lo que no es la única manifestación de cómo la higiene del sueño declina conforme las personas tienen más edad. Esto se debe a que el dormir menos está relacionado a cuestiones que van más allá que tener los ojos cerrados durante un tiempo. Se trata de la calidad de descanso que merma conforme avanza la vida de las personas.
Sin embargo, esta condición no debería de confundirse con los distintos cronotipos que existen. Estos se refieren al momento del día en el que las personas son más productivas, ya sea en la madrugada, a medianoche o temprano en la mañana. Por el contrario, parece que la vigilancia en medio de la noche que priva a las personas de su descanso profundo se acentúa conforme tienen más edad.
Según un estudio publicado en Proceedings of the Royal Society B, la capacidad de sueño también tiene que ver con la sensación de alerta que tenemos a lo largo de la noche. Por lo que, en lugar de caer en un sueño profundo y reparador, los adultos mayores tienden a despertarse con cualquier estímulo durante la noche.
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¿La época tiene que ver con el dormir menos?
Es notable la incidencia de la falta de sueño en adolescentes. Ya que, conforme incursionan en esa etapa de desarrollo, tienden a acostarse más tarde y a dormir menos. Además, con el contacto constante de estímulos visuales, el cerebro no puede inducirse a sí mismo en un espacio de oscuridad que le permita descansar.
Pero, este fenómeno no se limita a quienes utilizan constantemente las redes sociales y los dispositivos móviles durante la noche.
De acuerdo con The Guardian, en las sociedades nómadas recolectoras contemporáneas en Tanzania también se ve este comportamiento. A medida que los adultos envejecen, la probabilidad de que descansen durante la noche se limita aún más, porque deben de estar alertas a amenazas en el entorno.
En conclusión, podría ser, por tanto, que dormir menos no sea exclusivamente un mal de época. Sino que se trata de un rasgo evolutivo que permitió la supervivencia de nuestra especie cuando estar alerta durante el sueño era una cuestión de vida y muerte. Entonces se privilegiaba el descanso de los más jóvenes, mientras que los adultos mayores se encargaban de cuidar el sueño de todo el grupo.
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